El Consejo de Gobierno extraordinario de este martes ha adoptado una batería de medidas para reforzar los servicios sociales de la comunidad ante la amenaza del coronavirus. Se trata de una reorganización del servicio, basada en el control telefónico y el aprovechamiento del personal que ha quedado libre por las medidas adoptadas hasta ahora, como el cierre de los centros de día u ocupacionales. Unas instalaciones que, además, serán inventariadas por si fueran necesarias para su uso sanitario.

Así lo ha detallado el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, en una rueda de prensa celebrada hoy en Huesca, ante el “sistema alterado” resultante de la crisis.

Así, las ayudas a los colectivos vulnerables se renovarán automáticamente, y se garantizará, por ejemplo, la dispensación de alimentos y material sanitario a personas que tengan que estar confinadas en casa y no tengan red familiar.

Para ello, además de otras medidas, se ha reforzado el teléfono del mayor (976 25 26 26). La atención telefónica será vital, y los teléfonos del Salud derivarán a Servicios Sociales los casos en los que aprecien vulnerabilidad en las consultas sobre la enfermedad.

El personal, tanto de centros públicos como privados, que haya quedado sin tarea por el cierre de centros será empleado para hacer seguimientos más personalizados o atención a domicilio, mediante sondeos, Una medida, ha destacado Lambán, “que algunos responsables comarcales ya están adoptando aquí, en Huesca”. Así, podrán atender a los que antes iban a los centros, haciendo un balance de actividad con los servicios que ya no requieran al quedarse en casa.

COORDINACIÓN

Por otro lado, se ha constituido el Centro de Coordinación Operativa, CECOP, que se reunirá por primera vez esta tarde, por videoconferencia, con representantes de las Administraciones, Protección Civil y las fuerzas de seguridad. La consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha destacado que servirá para coordinar iniciativas o trasladar problemas puntuales de las zonas o poblaciones.