Miedo a contagiar más que al propio contagio. En muchos hogares donde hay un sanitario o un miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que lidia a diario con la exposición directa al covid-19, regresar al entorno familiar supone una gran preocupación acompañada de una dosis de culpabilidad por ser vector de transmisión.

En algunos casos, ese recelo ha llevado a los profesionales a dormir en sus propios vehículos, en pasillos, en vestuarios para evitar ir a casa y proteger a sus seres queridos. Así lo cuenta José Manuel Urbano, director de 'Emergency Home' en la región andaluza, una iniciativa impulsada por el sector inmobiliario, apoyado en un equipo de abogados y expertos en marketing digital, para dar cobijo a médicos, enfermeros, policías, bomberos, farmacéuticos de forma gratuita y "mientras dure esta situación".

470 viviendas

En apenas dos semanas de operatividad, se ha tejido toda una red de alojamientos cedidos a la causa en la que participan más de 170 inmobiliarias con una oferta de 470 viviendas a nivel nacional y una demanda de 648 profesionales, unas cifras que siguen creciendo por días. El buen funcionamiento de este modelo, iniciado en España e Italia, ha hecho que se replique ya en Reino Unido, Francia y Colombia.

"Por un lado, hacemos la captación de personas que quieran donar temporalmente sus propiedades, alojamientos que tengan amueblados, con el fin de que las personas que se van registrando a través de la plataforma para acceder a ellos, se le hace una pequeña entrevista y se les va acomodando. Se le hace un contrato renovable mensual hasta que pase esta situación", explica José Manuel, que se afana en subrayar el carácter altruista de esta nueva plataforma. "Las inmobilarias no nos publicitamos, es solo una pequeña aportación que hacemos nosotros".

De esta forma, aquellas personas interesadas en acceder a estos alquileres gratuitos y temporales pueden hacerlo a través de la página web www.emergencyhome.help, son atendidos por un agente inmobiliario y al encontrar el alojamiento, se firma un "sencillo contrato digital sin coste alguno". En cuanto a la entrega de llaves, se realiza a través de mensajería.

De Maternidad a una UCI

La rápida metamorfosis de los paritorios del Hospital Clínico de Málaga en Unidades de Cuidados Intensivos para atender a pacientes contagiados con el covid-19 supuso un cambio radical en la rutina diaria de Patricia Carnero, enfermera en el área asistencial de Maternidad y Bienestar Fetal. Según relata, en menos de 24 horas pasó de asistir alumbramientos a trabajar en cuidados críticos en una zona completamente remodelada y con nuevo personal preparada para un aumento en los ingresos de contagiados.

"Como estaba en Maternidad no tenía ningún contacto con los coronavirus. Aunque hacía ya un poco de aislamiento en casa con precauciones, pero es muy complicado, y tampoco me llegué a plantear el tener que salir de casa, pero cuando de un día para otro convirtieron aquello en una UCI, con contacto directo, sí que me lo planteé".

La situación de esta enfermera era delicada, ya que vivía con sus padres, mayores de 60 años, hipertensos y fumadores en un piso de 75 metros cuadrados con un solo baño y pocas posibilidades de hacer aislamiento.

Preguntando a amigos, buscando alquileres

"Al principio estuve preguntando a amigos, si alguien tenía algún piso, buscando alquileres, empecé a preguntarle a compañeras y me pasaron varios enlaces", rememora Patricia, que también consultó en hoteles sin obtener solución. Además, recibió varias propuestas a través de un grupo de Facebook ("Profesionales sanitarios que necesitan alojamiento") con más de 60 personas que indican que residen en Málaga y donde ofertan y demandan viviendas disponibles.

Finalmente, a través de Emergency Home le ofrecieron un piso disponible en su propio barrio, aunque también le ofrecieron la posibilidad de buscar algo cerca del centro hospitalario en el que está destinada en caso de no tener vehículo: "En menos de 24 horas un agente inmobiliario me escribió por WhatsApp y me mandó un alquiler, para que lo viera por si estaba interesada. Todo se hizo por teléfono y sin presencia ninguna".

"Creo que la gente ha pensado no ir a casa pero nadie sabe que hay facilidades para hacerlo, que existe esta página y hay otros medios. Sé de gente que se ha ido de sus casa pero a lo mejor al piso de una amiga porque lo tenía vacío y se lo ha prestado o se han quitado de sus padres y se han ido con su hermana; como yo lo he hecho no conozco a nadie, no lo conocen", recalca Patricia. "A mí me gustaría que se supiera que es todo cierto, que te ayudan. A mí me lo han solucionado todo".