La economía aragonesa caerá este año un 9,6 por ciento, una décima más que la media nacional, por el impacto de la crisis de la covid-19, según las estimaciones publicadas este martes por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

En su estudio sobre el impacto de la crisis del covid-19 en las comunidades, Aragón forma parte del grupo de autonomías para las que prevé una caída del PIB del 9,6 % junto a Asturias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia, Navarra y País Vasco.

Según Funcas, las que sufrirían el mayor impacto, del 11,3 por ciento, serían Baleares, Canarias, Cataluña y Madrid, mientras que en Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y La Rioja la caída estaría en el 8,8 por ciento.

En su informe, la fundación destaca que paradójicamente, cuanto más débil sea la estructura productiva de la comunidad, menor será el impacto de la crisis, siempre y cuando el turismo no represente una actividad predominante.

"Es decir, los territorios menos perjudicados serán los que tienen un peso elevado de las administraciones públicas", con un tejido productivo relativamente escaso en el resto de actividades y una industria de menor contenido tecnológico o menos orientada a las exportaciones: Ceuta, Melilla, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía.

Por tanto, estima una mayor caída en Aragón al caracterizarse por un peso elevado de las ramas industriales de mayor contenido tecnológico y más orientadas a la exportación, que son, después de los servicios de movilidad, los sectores más afectados por la crisis.

En general, los servicios de mercado han sufrido un impacto más significativo que la industria, los servicios de no mercado o la agricultura.

Dentro de los servicios, los más perjudicados son los de comercio, transporte, hostelería, y actividades artísticas y recreativas, debido al cese completo de su actividad derivado de las medidas de contención de la pandemia, y también consecuencia del efecto disuasorio que la enfermedad previsiblemente ejercerá sobre el turismo internacional durante el resto del año tras la vuelta a la actividad de dichos sectores.

En la rama de las administraciones públicas, sanidad y educación, sin embargo, Funcas estima que el impacto probablemente ha sido positivo y espera que en el resto de servicios el impacto haya sido negativo, aunque en menor medida que en el primer grupo.

En el caso de la actividad industrial, Aragón es una de las comunidades en las que mayor ha sido el impacto en abril respecto a enero-febrero por el elevado peso en su estructura productiva del sector del automóvil, que es la rama industrial más afectada por la pandemia.

En cuanto a las exportaciones, Aragón, Navarra y País Vasco son tres de las regiones que registrado una caída más intensa en marzo debido, precisamente, a la fuerte contracción en el sector del automóvil.

De cara a 2021, Funcas apunta que el panorama será diferente, ya que la recuperación será más intensa en los servicios más afectados por la crisis este año, lo que favorecerá especialmente a Baleares y Canarias.

También se espera que las comunidades con más capacidad de respuesta a un entorno cambiante tendrán mejores resultados a largo plazo.

"Todo apunta, por tanto, a la importancia de las políticas de apoyo selectivo a sectores vulnerables, y a medidas transversales de fortalecimiento del tejido productivo", resalta Funcas.