«El trato a los abuelos en la residencia de Burbáguena, para mí, mejor imposible». Así de rotundo se mostró ayer el hijo de una de las usuarias del centro de mayores de Burbáguena regentado por los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca. «Sorpresa» y «cierta preocupación» son los sentimientos generalizados que manifestaron ayer los vecinos de la localidad, al conocer que el Gobierno de Aragón está estudiando presentar una denuncia por lo penal por los «indicios de delito» detectados en el geriátrico. Los familiares de los residentes del centro constatan que, al menos hasta mediados de mes, «las cosas se han hecho bien», y piden ahora que se aclaren las acusaciones y los esfuerzos se centren en atender a los mayores.

«En lugar de poner denuncias, tendrían que preocuparse de resolver el problema», manifestó uno de los familiares consultados por este diario. «Yo lo único que puedo decir, desde hace cinco años que mi familiar está en el centro, es que jamás en la vida le he visto en malas condiciones, con una limpieza total y el trato inmejorable. Quejas ninguna; todo agradecimiento», resumía este familiar de uno de los pocos residentes que no se ha contagiado de coronavirus.

El alcalde de Burbáguena, Joaquín Peribáñez, también manifestó su «sorpresa» por el anuncio de una denuncia por parte del Ejecutivo autónomo que ha trascendido antes de producirse e incluso sin explicar qué motivos la sustentan. «No sabemos qué motivos originan la denuncia», insistió Peribáñez, que añadió que él también cuenta con familiares atendidos en la residencia y coincidió en que «el trato que yo he recibido y el que han recibido mis familiares solo puedo calificarlo con una nota alta». «¿Qué ha podido pasar estos días? Eso no lo sé, y tampoco nos han explicado por qué se estudia poner la denuncia», señaló.

Ambos recordaron, no obstante, que el centro de Burbáguena se libró en la primera fase de la pandemia y no hubo «ni un solo caso» en la residencia. Consideran que «las cosas se estaban haciendo bien». El familiar consultado por este diario señaló que «las visitas se restringieron mucho antes de que se decretara el estado de alarma», y cuando se pudieron retomar, «se tomaban todas las medidas de seguridad, desde la toma de la temperatura, las mascarillas o las pantallas para ver a nuestros seres queridos». Peribáñez subrayó que «por el momento no hay ningún positivo en el pueblo» y pidió «evitar crear alarma».