El primer trimestre del año suele ser malo para las cifras de empleo, pero el del 2020 lo ha sido especialmente debido a la crisis del coronavirus. Con todo, las malas cifras que ha arrojado la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) no reflejan ni de lejos el impacto real que la pandemia está generando en el mercado laboral aragonés. Según la EPA, la comunidad ha perdido entre enero y marzo 9.100 ocupados y ha sumado 4.100 nuevos parados, unas cifras que no dan una radiografía real de los efectos de la crisis sanitaria. No hay que olvidar que el impacto de la pandemia solo se ha manifestado, como apuntó el INE, en dos de las 13 semanas analizadas. Además, los afectados por un ERTE no computan como desocupados.

A pesar de todo ello, el coronavirus ha hecho que Aragón anote el peor primer trimestre en materia de empleo desde el 2014. En el primer trimestre de ese año, la comunidad perdió 15.000 ocupados. Los 9.100 puestos de trabajo que se han destruido ahora están lejos de esa cifra, aunque le han valido a Aragón para anotar la quinta mayor caída porcentual del país tras Baleares, Castilla-La Mancha, Cantabria y Castilla y León. Tras los datos publicados este martes por el INE, Aragón contabiliza 582.100 ocupados y 69.300 parados. La tasa de paro ha pasado del 9,93% al 10,64%, la cuarta más baja del país.

La comunidad registró su máximo de ocupación en el tercer trimestre del 2008 (en plena Expo) con 632.400 trabajadores y su mínimo a principios del 2014, con 500.900 ocupados. La mayor cifra de parados se anotó en el primer trimestre del 2013 (148.700 desempleados) y la menor en el 2008 con 40.700.

Al igual que ha ocurrido este martes con los datos de la EPA, las cifras del ministerio publicadas a principios de abril tampoco reflejaron el impacto real de la pandemia en el mes de marzo en Aragón. Los sindicatos recuerdan en este sentido que aún no ha dado tiempo a contabilizar todos los despidos y cancelaciones de contrato que se realizaron a finales del mes pasado. La clave ahora será saber si los empleados que han sido directamente despedidos sin recurrir si quiera a un expediente temporal recuperarán o encontrarán pronto un trabajo. Además, habrá que ver también si las compañías que han aplicado un ERTE mantienen a medio plazo toda su plantilla.

El propio INE ha recordado este martes que los afectados por un ERTE se siguen considerando ocupados mientras la suspensión de empleo sea inferior a tres meses. Además, ha indicado que es probable que muchos trabajadores que hayan perdido su empleo se hayan clasificado como inactivos debido a que no han podido cumplir con las condiciones de búsqueda de trabajo que la definición de paro de la EPA determina para que sean considerados parados.

Todo ello ha hecho que este primer trimestre ni siquiera haya entrado en el grupo de los peores trimestres en materia de empleo en Aragón. Basta con recordar que en el primer trimestre del 2013 se perdieron en la comunidad 35.900 ocupados (fue la mayor caída de la serie histórica), muy lejos de los 9.100 perdidos ahora. La subida más fuerte en el número de parados se produjo en Aragón a principios del 2009, cuando en plena resaca de la Expo la comunidad sumó 23.800 desempleados en el primer trimestre.

UGT Aragón ha calificado los datos de la EPA de «poco fiables» y ha subrayado que teniendo en cuenta el descenso de afiliación, «que puede ser de más de 30.000 personas», y el número de afectados por ERTE, «que podría cifrarse en unos 160.000, un tercio de la fuerza laboral aragonesa está en inactividad». Por todo ello, UGT y CCOO han asegurado que el aumento del desempleo obliga a reforzar las prestaciones, sean contributivas o no, y a establecer un ingreso mínimo vital.

La consejera de Economía, Marta Gastón, ha indicado que «la meta» en los próximos meses debe ser la creación y el mantenimiento del empleo, mientras que las patronales CEOE y Cepyme han reclamado liquidez para las empresas.

Por provincias, Huesca arroja la tasa de paro más baja, del 8,9% (9.700 desempleados), seguida de Teruel (10,3% y 6.500) y Zaragoza 11% y 53.100).

Testimonios de parados aragoneses

Los trabajadores temporales son sin duda los más afectados por la crisis del coronavirus. De la noche a la mañana, casi todos ellos se han quedado sin empleo y lo peor es que algunos no han cotizado lo suficiente para poder cobrar la prestación por desempleo y deberán acudir a subsidios que no suelen superar los 450 euros.

La pandemia llegó en el peor momento para María, una zaragozana que tras varios meses trabajando como temporal en una auxiliar del automóvil, estaba a punto de ser contratada por la empresa de forma indefinida. Pero todo se truncó. «He tenido muy mala suerte. El 27 de marzo pasaba a ser de plantilla y estaba muy ilusionada después de mucho tiempo cogiendo y dejando trabajos temporales», lamenta esta zaragozana de 43 años, que apenas cuenta con unos pocos meses de paro porque no ha cotizado lo suficiente. «Si no encuentro nada después tendré que recurrir a algún subsidio pero no sé cómo haré para llegar a fin de mes estando separada y con dos hijos», explica.

Precisamente, eso es lo que más miedo le da. Que esta situación de parálisis se alargue y no pueda buscar trabajo. «Además, cuando se active todo seremos muchos en mi situación y no habrá empleo para todos», lamenta.

El colectivo de las empleadas del hogar, uno de los más precarios, también se ha visto muy golpeado por la crisis del coronavirus. Son muchas las trabajadoras que han perdido su empleo y algunas de ellas ni siquiera podrán recibir una prestación al trabajar en negro. Fina, una joven peruana de 35 años que lleva casi una década en Zaragoza, sí tenía contrato pero también se ha quedado sin trabajo por culpa de la pandemia. «Llevaba dos meses de interna en una casa cuidando a un matrimonio muy mayor y el 17 de marzo su hija ya me dijo que no iba a continuar», lamenta Fina, que aún no sabe si va a poder cobrar la prestación: «Todavía estoy esperando a que me llamen del SEPE, aunque sé que si cobro algo será muy poco tiempo».