La súbita crisis sanitaria del coronavirus ha pillado a Ibercaja inmersas en dos importantes procesos, como son la negociación de un expediente de regulación de empleo (ERE) para 550 trabajadores y la salida a bolsa. El banco aragonés reconoce que va a verse forzado a aplazar o suspender ambos operaciones, si bien, la decisión sobre el ajuste laboral todavía no se ha adoptado a la espera de la reunión que tenga lugar el miércoles con los sindicatos.

La entrada en el mercado bursátil, que la entidad tenía previsto realizar entre los meses de marzo y junio, es “materialmente imposible” en el contexto actual, aseguraron desde el banco. “Cuando se despeje la situación se tomaran decisiones oportunas”, agregaron en relación a la posible solicitud al Gobierno central de una prórroga para levar a cabo esta operación, que por imperativo legal debería materializar antes de que acabe el años.

EL ERE, PENDIENTE DE UNA REUNION EL MIÉRCOLES

En cuanto al ERE, desde Ibercaja consideraron que con una situación excepcional que se da en estos momentos “no es el mejor entorno” para negociar por distintos motivos, entre ellos los inconvenientes para mantener reuniones en personas con los sindicatos. No obstante, no hay una decisión tomada a la espera del encuentro que empresa y comité tienen programado para el próximo miércoles, aunque todo hace indicar que se interrumpirá el ajuste laboral planteado. “Es una decisión que tiene que tomar la entidad”, señalaron desde CCOO, principal fuerza sindical del banco, que consideraron que la prioridad ahora no puede ser otra que “preservar la saluda de la plantilla y de los clientes”.

Ibercaja ha abierto este lunes la práctica totalidad de su red de 1.100 oficinas que tiene en España. 400 de ellas en Aragón, al prestar un servicio básico que debe permanecer plenamente operativo en este momento de estado de alarma por el coronavirus, según informaron desde la entidad. Eso sí, las sucursales funcionan con mucho menos personal del habitual y el banco recomienda a los clientes utilizar prioritariamente los distintos canales telemáticos (aplicación móvil, web o teléfono) para realizar operaciones y solo recurrir a la modalidad presencial si es “necesidad perentoria” y tratando de concertar una cita previa con el personal de su oficina.

COMITÉ DE CONTINUIDAD

La entidad que lidera como consejero delegado Víctor Iglesias constituyó desde el pasado jueves un comité de continuidad que se reúne de manera recurrente para hacer un seguimiento de la situación y tomar las decisiones necesaria según la evolución de los acontecimientos. Ibercaja se ha marcado dos objetivos esenciales para afrontar esta crisis. El primordial es “preservar la salud de trabajadores, clientes y proveedores”, destacaron desde el banco. El segundo propósito es dar continuidad de la actividad financiera, como así lo exige el decreto de estado de alarma al tratarse de un servicio básico, al igual que el que prestan estos días supermercados o farmacias.

Ibercaja ha introducido además mecanismo de flexibilidad horaria para la plantilla, sobre todo para los empleados que deben de cuidar de sus hijos ante la suspensión de la actividad escolar . En paralelo, ha impulsado el teletrabajo, una modalidad que irá extendiendo en los próximos días y a la que ahora están acogidos en torno a 600 empleados de oficinas, servicios centrales y grupo financiero. Previamente, desde mediados de la semana pasada, aquellos trabajadores que presentan un cuadro de salud con especial riesgo fueron enviados a casa.