El Departamento de Educación del Gobierno de Aragón autorizará a las escuelas infantiles privadas, que atienden a alumnado de entre 0 y 3 años, a reabrir sus puertas tras el parón lectivo obligado por la crisis del coronavirus, con la llegada de la fase 3.

De esta manera, los centros que así lo decidan podrán volver a la actividad lectiva a partir del próximo lunes, cuando la Comunidad Autónoma aragonesa entre en la fase avanzada de desescalada del confinamiento. Será la propia titularidad de los centros la que determinará su reapertura o no.

El consejero de Educación, Felipe Faci, ya avanzó en sede parlamentaria que esta autorización llegaría a mediados o finales de junio, ya que en la fase 2 no se daban las condiciones para garantizar una vuelta segura a los centros. En cualquier caso, Educación ya remitió los protocolos sanitarios a estos centros, que deberán adaptarse a estas disposiciones para poder proceder a su reapertura.

El Departamento recordó que todos los centros dependientes del Gobierno de Aragón se mantendrán cerrados a la actividad lectiva, salvo en el caso de las tutorías individualizadas que soliciten estudiantes de Segundo de Bachillerato y de segundos cursos de FP, y que el curso finalizará este año a distancia, en apenas dos semanas. En el caso de estas escuelas infantiles sí se permitirá, debido a que ellas no se rigen por un curso escolar y pueden abrir en los meses de verano, siempre que cumplan con los requisitos de seguridad.

El consejero de Educación, Felipe Faci, así se lo comunicó ayer por la mañana a las patronales de las escuelas infantiles privadas, Asacei y Pacei. Faci ha estado en permanente contacto con ambas asociaciones durante esta crisis, y ha podido así explicar la posición del Departamento y adaptarla a las sensibilidades mostradas por los titulares de estos negocios.

La mayor parte de los centros privados de Educación Infantil, que no cuentan con subvenciones, han tenido que realizar ERTE con sus trabajadores, mientras que, por otro lado, han tenido que seguir pagando alquileres. «Estamos locos por abrir, tenemos EPI, desinfección garantizada y todo, pero la distancia social entre niños y profesor es un hándicap que no podemos cumplir. Hemos tenido que pedir préstamos ICO para subsistir», indicaban recientemente desde la Patronal Aragonesa de Centros de Educación Infantil (PACEI).

El «daño directo» a los centros infantiles privados y regulados ha estado en este periodo en las instalaciones «alegales» como jardines de infancia, centros de ocio o ludotecas, que sin autorización para dar la enseñanza a niños de 0 a 3 años, abren e imparten cursos o talleres. «Están en un limbo, no hay una regulación que determine su actividad. Pueden hacer lo que quieran y nos hacen una competencia desleal».