El Estadio de Francia reabrió sus puertas este martes,. No acogerá un partido de fútbol, ni de rugby, tampoco un concierto multitudinario. En su lugar albergará un megacentro de vacunación contra el covid-19. Frente a la entrada E del recinto deportivo situado en Seine-Saint-Denis, al noreste de París, decenas de personas aguardaban esta mañana su turno para recibir su inmunización en la jornada inaugural.A través de este “vacunódromo”, la Agencia Regional de Salud espera realizar 10.000 vacunaciones semanales.

Como los centros de salud, el recinto deportivo, destinado a la población de la región parisina y, en especial, a los residentes del departamento Seine-Saint-Denis, donde la tasa de incidencia superó los 780 contagios por cada 100.000 habitantes a finales de marzo, distribuirá sus dosis siguiendo el calendario de inmunización. Por ahora, las personas mayores de 70 años, los profesionales sanitarios, los enfermos con varias patologías de 50 a 54 años y las personas de entre 18 y 74 años con un alto riesgo de desarrollar formas graves del coronavirus, pueden reservar su cita.

Pfizer vs. Moderna

“Estoy contentísima, aún no he cumplido los 70 años, pero, al parecer, hoy hay dosis de más y aquí estoy”, explica Laura con una sonrisa de oreja a oreja detrás de su mascarilla, mientras avanza hacia la fila de espera. “El único ‘pero’ es que nos va a tocar esperar y hace un frío que pela”, bromea mientras se frota las manos. El tiempo de espera para acceder a las instalaciones es una de las críticas más recurrentes. Salmi lleva más de tres horas esperando a que su mujer salga del megacentro. “Hemos llegado a las 8 de la mañana, tenía cita a las 9, pero son más de las 12h y aquí sigo esperando”, suspira preocupado sin perder de vista las puertas del estadio en busca de su esposa.

En su primer día de funcionamiento, el “vacunódromo” cuenta con las vacunas de Pfizer y Moderna. A la hora de reservar su cita, los franceses pueden elegir entre ambas vacunas de ARN mensajero. A pesar de su similitud, la predilección por Pfizer es evidente: no queda ningún hueco para recibir el fármaco alemano-estadounidense hasta finales de semana, mientras que cientos de opciones permanecen disponibles para recibir la inmunización de Moderna. “Sin poder explicarlo, Moderna tiene claramente un déficit de popularidad. ¿Quizás porque hasta ahora se ha utilizado menos en Francia y, por tanto, es menos conocido?”, se interroga Katy Bontinck, adjunta de la Alcaldía de Saint-Denis, en el diario 'Le Parisien'.

"La única solución para poder recuperar una vida normal"

“He recibido la vacuna de Moderna y estoy encantado. Tengo problemas de coagulación y no quería recibir la de AstraZeneca, no me da mucha confianza”, comenta Marc, residente de Seine-Saint-Denis, a la salida del Estadio de Francia. “No sé cuánto tiempo durará la inmunización, pero por ahora es la única solución para poder recuperar una vida normal. Ojalá los megacentros como este aceleren de verdad la campaña de vacunación y este verano podamos vivir con menos restricciones”, continúa antes de reivindicar su respaldo al pasaporte de vacunación, “no nos queda otra”, dice.

Sometidos a su tercer confinamiento nacional desde el inicio de la pandemia, la esperanza de los franceses de recuperar una cierta normalidad se concentra en el éxito de las labores de inmunización. “Nosotros estamos felices, tanto que ni siquiera hemos sentido el pinchazo”, afirma con entusiasmo una pareja de jubilados. “Tenemos la segunda cita el 4 de mayo, con nuestra edad se nos olvidan muchas cosas, pero esta fecha seguro que no”.