Los expertos epidemiólogos que analizan con lupa la evolución del coronavirus en Aragón desde el inicio de la pandemia vaticinan más restricciones esta semana al considerar que la comunidad se aproxima a la situación de "riesgo extremo". Así lo afirmó el investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y corresponsal del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Europa, Enrique Bernal, quien reconoce que habría zonas, como Teruel y Huesca capital, que podrían escapar de esas nuevas restricciones por la baja incidencia de covid-19 que acumulan.

"Aragón empieza a merecer las medidas restrictivas del nivel de riesgo extremo 3 agravado", asegura el investigador. Preocupa entre los expertos la evolución del índice reproductivo básico (el número de personas que puede contagiar cada enfermo con covid), que vuelve a estar por encima de uno. Según sus previsiones, "si no se hace nada", en tres semanas la comunidad duplicaría el número de casos diarios, elevando la cifra hasta los 700.

Este análisis se produce pocas horas después de que el Gobierno de Aragón decidiera prorrogar Gobierno de Aragón decidiera prorrogareste viernes el confinamiento perimetral de la comunidad y el de la ciudad de Tarazona, mantener el toque de queda entre las 23.00 y las 6.00 horas, y permitir la posibilidad de reuniones sociales en privado con hasta seis personas. Sin embargo, la incidencia acumulada a catorce días de localidades como Fraga (423 casos por 100.000), Cuarte de Huerva (386), Calatayud (358), Ejea de los Caballeros (312) y Zaragoza (229) sigue una tendencia ascendente. La media de la incidencia en acumulada en Aragón en las últimas dos semanas es de 212 casos, frente a 146 de hace una semana. El semáforo de avisos se torna rojo por encima de los 250 casos por 100.000.

La quinta ola

Por todo ello, Bernal asegura que "sí se puede hablar ya de quinta ola en Aragón con la experiencia previa que tenemos, y el índice reproductivo superior a uno, que es el marcador precoz", asegura. Un indicador que revela la situación antes de que aumenten los contagios diarios y los ingresos hospitalarios.

De hecho, entre las predicciones que elaboran en el IACS y que después comparten con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón para analizar la evolución de la pandemia, observan que "nos quedan como poco más de dos semanas de subida de contagios".

Restricciones por zonas

En este sentido, Bernal anticipa que «la semana que viene seguramente veremos nuevas medidas». «Con el índice reproductivo actual, en tres semanas duplicaremos los casos diarios si no se hace nada, con unos 700 positivos al día a finales de abril. Por eso hay que hacer algo», enfatizó.

No obstante, la toma de medidas puede ser ahora más individualizada, con precisión "quirúrgica". Con localidades como Alcañiz, con 12 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días; Teruel, con apenas 44, y Huesca, con 68, la situación invita a que se tomen «medidas basales» en toda la comunidad, y más drásticas allí donde sea necesario. Sin embargo, esta ola será distinta a las anteriores porque "puede subir más lentamente y bajar más lentamente". Aunque todos estos datos, recuerda Bernal, son «predicciones» que pueden cambiar en función de las medidas que se adopten.

Este crecimiento "más lento" de la ola se explicaría por un mayor porcentaje de población vacunada e infectada por el virus desde que comenzó la pandemia. En Aragón, hay más de 103.000 personas inmunizadas con la pauta completa; son más de 306.000 las que ya han recibido la primera dosis, y 114.000 personas se han contagiado desde marzo del 2020. «Esto supone que cuando el virus llega a alguna de estas personas que ya ha pasado la enfermedad o que están vacunadas, la transmisión se corta», explica.

Una de las principales ventajas de la "subida lenta" de la quinta ola es que "el sistema hospitalario es capaz de absorber mejor la situación y, además, llegan al hospital personas con más salud, porque son más jóvenes". No en vano, buena parte de los mayores de 80 años se encuentran vacunados (el 87% ha recibido el primer suero). Por otro lado, Bernal augura una "bajada lenta" porque cree que "no se van a tomar medidas drásticas para frenar el avance del virus".

Otra de las características de esta anunciada quinta ola será que "puede haber gente más joven afectada, y un menor impacto en la población mayor". Bernal recuerda que "aunque haya brotes en residencias, estos serán inocuos o leves". Y el impacto de la vacunación es "determinante".

Por eso, considera una opción "inteligente" seguir vacunando con dosis de AstraZeneca a los mayores de 60 años, lo que permite agilizar el proceso de vacunación y tener protegida "cuanto antes" a toda la franja de población más vulnerable al coronavirus. "Más allá de la importancia de alcanzar el 70% de la población vacunada y lograr la inmunidad de rebaño, tener protegidos a todos los mayores de 60 tendrá un impacto decisivo en la lucha contra la pandemia, porque los daños graves del covid en menores de esa edad son mucho menores", explica.