Cuando Zaragoza se queda en casa, el Pirineo lo nota. Baja la afluencia de visitantes, las segundas residencias no se llenan... Eso es lo que, en teoría, debería haber pasado este fin de semana tras las recomendaciones de la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, a la capital, a Huesca y a todos los municipios en la fase 2 flexibilizada --el 70% de toda la población en la comunidad--, de limitar los desplazamientos al máximo, restringirlos a los meramente imprescincibles. Pero lo cierto es que no se ha notado. La advertencia para frenar la expansión del virus no ha tenido un impacto rotundo. Así lo constatan en el Pirineo, donde han rozado el lleno en algunos hoteles y muchos propietarios de segundas residencias han llegado igualmente.

El tráfico en las entradas y salidas de Zaragoza sí registró una leve caída el sábado, con un 9% menos de vehículos que la misma jornada de la semana anterior (133.285 coches), mientras el viernes la cifra fue similar, un 1% más que el viernes anterior (246.580).

Y mientras unos no siguen a rajatabla las recomendaciones sanitarias, otros municipios se suman a la lista de «autoconfinados» tras detectar un primer caso positivo del covid-19. El Ayuntamiento de Magallón ayer hizo un llamamiento a sus vecinos para que, «en la medida de lo posible», solo se relacionen con las personas con las que conviven, decretó el cierre de las instalaciones municipales y de las peñas juveniles y suspendió todas las actividades previstas. La misma decisión que tomaron antes Sádaba o Alacón tras registrar sendos brotes, ya controlados.

En el primer fin de semana con Zaragoza y su entorno metropolitano, Huesca y Barbastro en fase 2 «flexibilizada», localidades turísticas como Jaca no han notado los efectos de la petición de limitar los movimientos. «No se ha visto bajón de visitantes; estaba todo lleno. Mayoritariamente, la gente con segundas residencias ha venido a ellas», afirmó su alcalde, Juan Manuel Ramón. Y aunque asegura que es «complicado» saber a ciencia cierta si estos «vienen de Zaragoza o del País Vasco», lo que está claro es que «Jaca ha tenido la afluencia normal de un fin de semana de verano». También lo constataron hosteleros como Pedro Marco, director de Inturmark Hoteles y responsable de Hotel Oroel y Gran Hotel de Jaca: «Hemos tenido cancelaciones, pero se han completado con nuevas reservas. Puede que vengan más de Zaragoza, pero en el global no se ha notado ningún impacto», explicó.

Tampoco detectaron un efecto negativo en Aínsa. Tal vez por la importante apuesta cultural del fin de semana, que incluía el concierto de Ara Malikian en el Festival Castillo de Aínsa. «El fin de semana ha estado a tope. Ha habido cancelaciones, pero se volvieron a reservar», indicó el alcalde de la localidad, Enrique Pueyo. De hecho, en la capital sobrarbense «la ocupación de la primera quincena de julio supera a la del año pasado por el empuje del turismo nacional, que ha crecido un 10% y compensa la pérdida del internacional», explicó Pueyo.

También en Bielsa han estado «llenos» todo el fin de semana, según el alcalde, Miguel Noguero, quien manifestó que «ha habido anulaciones que se han suplido con nuevas reservas». El gran atractivo de la zona, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, ha tenido una «buena afluencia y no se ha notado un parón drástico», indicó su directora, Elena Villagrasa. «Lo que más se ha notado es que por fin la gente llega con la mascarilla puesta», afirmó.

En Alquézar, el fin de semana ha dejado un «casi lleno» en los hoteles, explicó el alcalde, Mariano Altemir. Aunque se han registrado cancelaciones, es el turismo francés el que ha equilibrado la balanza. También ha estado «al 100%» el hotel del Monasterio de Piedra, donde reciben «numerosas llamadas» sobre la situación y cuáles son los lugares en fase 2.

Albarracín pone la nota negativa. Begoña Nasarre, de la Asociación de Empresarios Turísticos de la Sierra de Albarracín, explicó que «ha habido muchas cancelaciones, principalmente por la suspensión de la carrera Berrea Bike Race». «Quien está en fase 2 es el 70% de la población, no del territorio, y no se puede generalizar la situación en Zaragoza con la de todo Aragón», resaltó.