Las diferentes diócesis aragonesas ya están trazando el plan para volver el culto el próximo lunes. La Archidiócesis de Zaragoza lo decidió ayer y se lo comunicó a sus sacerdotes. A las indicaciones marcadas por la Conferencia Episcopal Española, el arzobispo Vicente Jiménez quiso añadir otras disposiciones como que los sacerdotes den la comunión a los fieles en sus respectivos bancos y que estos no se muevan.

De esta forma, el regidor de la Iglesia zaragozana pretende minimizar al máximo los movimientos en el interior de los templos y, por ende, la expansión de los contagios. Asimismo, en las eucaristías dominicales, allí donde sea necesario y posible, según el número de sacerdotes, se procurará aumentar el número de celebraciones cuando haya mayor afluencia de fieles, con el fin de descongestionar los templos

También añade que para el uso del aire acondicionado en el templo o en las dependencias parroquiales por la posible propagación de virus, habrá que atenerse a lo que aconsejen las autoridades sanitarias. Todo ello bajo la premisa del Gobierno de España de un aforo máximo de los templos (1/3 en la primera fase y 1/2 en la segunda fase), respetando la distancia de seguridad.

MASCARILLAS / Jiménez también se refiere al uso de mascarillas entre la feligresía «recomendándolas a nivel general».

En el documento al que tuvo acceso este diario y que fue repartido entre las iglesias de la provincia de Zaragoza, pero también de algunas localidades turolenses como Híjar, Alcañiz o Valderrobres, que pertenecen a esta archidiócesis, se insta a que las pilas del agua bendita continúen estando vacías.

En este mismo sentido, el arzobispo recuerda que las muestras de devoción y veneración hacia las imágenes deben sustituirse por otras como la inclinación o la reverencia, evitando el contacto físico. De esta forma, seguirá sin poderse realizar el tradicional gesto de beso en la columna en la que dice la tradición que se le apareció la Virgen del Pilar al apóstol Santiago y sobre la que se levantó la basílica,

De hecho, el cabildo catedralicio todavía no ha tomado ningún protocolo de actuación, ya que estaba a la espera de saber las premisas del Arzobispado de Zaragoza. No obstante, según fuentes consultadas, el acceso a la misma estaría bien delimitado gracias a que tiene cuatro puertas y así evitar tumultos. Otros templos como Santa Engracia ya han decidido que la entrada principal será por la calle Tomás Castellano y la salida sea por la puerta principal que da a la plaza.

No obstante, ante el peligro de la pandemia y las limitaciones de aforo, el arzobispo Jiménez ha prorrogado la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, convirtiendo a la familia en «iglesia doméstica y beneficiarse de las retransmisiones en diferentes medios de comunicación». Durante este tiempo, las misas serán breves, sin ofrenda con cepillo y se desinfectará los templos.