Si Pamplona no celebra San Fermín, ¿qué pasará con las fiestas de La Vaquilla, San Lorenzo y las del Pilar? Esta pregunta ronda por la mente de muchos, esperanzados en poder celebrar las fiestas populares de sus pueblos y ciudades. Por ahora no hay nada decidido y los ayuntamientos de las tres capitales aragonesas están analizando la situación, barajando opciones y diseñando alternativas. Su celebración es importante por el papel social que juegan, pero también por el turismo y la proyección nacional e internacional del territorio y, sobre todo, porque son una de ingresos. Los pueblos tampoco podrán celebrar sus patrones.

En Zaragoza no descartan nada. Juegan con ventaja porque las fiestas del Pilar se celebran en octubre, por lo que tienen más margen de maniobra y más posibilidades de poder adaptarlas a las circunstancias. Un mes que también juega en su contra porque los expertos avisan de que podría haber una segunda oleada del coronavirus, precisamente, en octubre.

La vicealcaldesa y responsable de Cultura, Sara Fernández, explica que es pronto para decidir qué pasará aunque admitió que este año «no serán normales» porque de realizarse, la programación tendrá que adaptarse a la realidad del momento y los aforos se reducirán notablemente. Y no solo eso, sino que el sector de la hostelería no estará funcionando a pleno rendimiento.

SIN HOSTELERÍA / Según las primeras estimaciones del Gobierno de Pedro Sánchez es posible que no retomen su actividad hasta finales de año, por lo que los pilares tendrían que prescindir de la muestra aragonesa y las food truck. «Influirá mucho en el desarrollo de las fiestas», afirma Fernández, que adelanta que ya están trabajando en plataformas de consumo de la cultura de forma online.

Admitió que hay posibilidades de que el Oktoberfest se suspenda, aunque no han recibido notificación alguna al respecto. Baviera ha comunicado que la fiesta de la cerveza que se celebra en Munich una semana antes que en Zaragoza se suspendía por el coronavirus. Así que todo apunta a que sucederá lo mismo para el Pilar. Fernández explica que prepararán unos pilares acordes a las directrices que reciban de las autoridades sanitarias. «Si hace falta hacer una ofrenda virtual, se hará», indicó. Para estar prevenidos, Zaragoza Cultural sigue trabajando a la espera de que se inicie la desescalada y se vayan adoptando nuevas medidas por parte del Estado.

TERUEL / Pero antes de que Zaragoza se llene de flores en a ofrenda, Teruel tenía previsto celebrar sus fiestas del 3 al 13 de julio. Coinciden con las de San Fermín por lo que es muy posible que el consistorio adopte la misma decisión que el de Pamplona y las suspenda. Este jueves se reunirá el Gobierno de la ciudad para estudiar los distintos escenarios para la celebración de La Vaquilla. «Se hablará y se analizará la situación», indicaron fuentes municipales.

La organización de La Vaquilla corresponde al consistorio, que prepara todos los actos culturales y lúdicos, aunque lo hace con la implicación de los peñistas. Interpeñas adquiere una gran importancia ya que a través de sus actos y actividades dan sentido a La Vaquilla.

«Las fiestas de Teruel siempre se organizan conjuntamente con Interpeñas. Cada uno se encarga de su parte pero con una muy buena coordinación y de la mano, no podría haber una fiesta de los unos sin los otros», matizaron desde el consistorio.

Un mes más tarde la ciudad de Huesca debería abrir sus puertas a los miles de visitantes que viven intensamente cada agosto las fiestas de San Lorenzo. El equipo de Gobierno, encargado de llevar a cabo el programa de fiestas, mantiene en silencio sobre. «La decisión sobre si se celebran o no se tomará de acuerdo con las autoridades sanitarias», aseguran desde el ayuntamiento, que no adelantó ninguno de los escenarios posibles.

Un 15 de agosto sin banderines por las calles de los pueblos de Aragón

Agosto es el mes más festivo de Aragón. Los pueblos celebran sus patrones por todo lo alto y duplican su población. Pero este año, la crisis sanitaria del coronavirus va a alterar el calendario de fiestas. Las que están previstas para estos días o el próximo mes ya se han suspendido y sus vecinos tendrán que conformarse con celebrar el chupinazo desde el salón de su casa. Por ahora se desconoce si se podrán celebrar pequeños actos durante julio y agosto, ya que todo dependerá de cómo evolucione la primera fase de desescalada. El objetivo prioritario es evitar que se produzca una segunda oleada de contagios de covid-19 por lo que, previsiblemente, el Gobierno de Pedro Sánchez no permitirá grandes reuniones de gente. Fiestas tan populares y famosos con las de San Fermín ya han sido suspendidas y es cuestión de tiempo que tomen la misma decisión en Teruel para las fiestas de La Vaquilla.