El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado el nivel de crecimiento previsto este año para la economía española, al situarlo en el 5,9%, 1,3 puntos por debajo del que estimó en octubre pasado (7,2%). De todas formas este rebote será el mayor de todas las economías avanzadas, según se desprende de las Perspectivas Económicas Globales difundidas este martes en el marco del Foro Económico Mundial de Davos que por primera vez se celebra de manera virtual como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Si una palabra describe el escenario que dibuja este organismo internacional esta es la "incertidumbre" por los rebrotes y las medidas que se han tenido que tomar para frenar la expansión del covid-19 y a pesar del impulso que ha supuesto la puesta en marcha de diversas vacunas.

A juicio del FMI, el 'brexit' pactado entre la Unión Europea y Reino Unido eliminó uno de los elementos de dudas que se hubiera sumado a las que genera la crisis del coronavirus. A su vez recomienda mantener los apoyos a las empresas y familias hasta que las vacunas hayan permitido alcanzar niveles de normalidad en la actividad, así como potenciar un crecimiento más inclusivo y aprovechar la coyuntura para acelerar la transición hacia economías bajas en carbono.

Tras un 2020 con "la peor contracción económica global mundial en tiempos de paz", el ejercicio actual será el de la recuperación, pero desigual. A nivel global, el crecimiento será este año del 5,5%, tres décimas más de lo previsto en octubre, tras un desplome del 3,5% en el 2020, casi un punto menos que el que se esperaba en las previsiones hechas hace tres meses. Eso refleja que el cuarto trimestre fue mejor gracias a relajamiento de las restricciones y las noticias sobre el avance en materia de vacunas. Para el 2022, la previsión es del 4,2%. Según los autores del informe el efecto de las vacunas podría fortalecer el crecimiento en la parte final del ejercicio, a lo que se sumarían políticas de apoyo en las principales economías.

En el caso español, el FMI rebaja del 12,8% que previó en octubre al 11,1% el descenso del producto interior bruto (PIB) el año pasado, aún así, el peor de todos los países. Tras un 2021 en el que prevé un auge del PIB español del 5,9%, para el 2022 la estimación es del 4,7%.

Más de 90 millones de personas caerán en la pobreza extrema

Pero esta crisis dejará unas huellas profundas, ya que "más de 150 países registrarán unos ingresos per cápita por debajo de los del 2019" y en el 2022 el número de estados apenas bajará hasta 110. Y también está provocando un aumento de la desigualdad al afectar mayormente a los trabajadores con menor preparación, a los jóvenes, las mujeres y a quienes trabajan en la economía informal y sumergida. "Unos 90 millones de personas entrarán en la extrema pobreza entre el 2020 y el 2021, lo que revertirá la tendencia de las dos últimas décadas"

Entre las grandes economías, solo EEUU y Japón, recuperarán este mismo año los niveles precrisis, según el organismo internacional. En la zona del euro y Reino Unido, el crecimiento será menor este año que el que se estimó hace tres meses por las nuevas restricciones y medidas provocadas por la tercera ola del coronavirus, con una ralentización menor que la estimada durante el último trimestre del año pasado. Los niveles precrisis no se alcanzarán al menos hasta bien entrado el 2022 en el caso de Viejo Continente. Italia el país en el que más se ha rebajado la estimación de crecimiento, hasta situarlo en el 3%, 2,2 puntos menos que hace tres meses y después de un desplome del 9,2% en el 2020. China, por su parte, el país en el que surgió la pandemia, ya recuperó las cotas anteriores a esta crisis durante el último trimestre del año pasado y este año crecerá el 8,1%. Otro de los gigantes asiáticos, India, registrará una escalada de su PIB del 11,5%, la mayor de todas las economías emergentes.

Los autores insisten en que las "rápidas y agresivas" políticas monetarias, fiscales y financieras han amortiguado los efectos de la crisis provocada por la pandemia. Destacan por ejemplo los efectos positivos de las transferencias a hogares y empresas. El FMI anima a mantener estas estrategias hasta que las vacunas permitan una normalización de la actividad.

Pero eso, agregan, debe combinarse con políticas encaminadas a que a medio y largo plazo las economías encaren un crecimiento más equitativo. Subrayan la necesidad de iniciativas que impulsen el crecimiento potencial del PIB, protejan a los más vulnerables, que aseguren un crecimiento inclusivo y aceleren la necesaria transición hacia economías bajas en carbono.