Una fuerte tormenta de granizo ha sorprendido esta tarde a los vecinos de la comarca de Sobrarbe, principalmente en el entorno de las localides de Aínsa, Labuerda, y más levemente, en Boltaña. Sobre las 18.15 horas, una contundente granizada cubrió con un manto blanco carreteras, campos de cereal y huertos en apenas diez minutos.

Según fuentes municipales, se desconoce el alcance de los daños materiales causados así como las hectáreas de cultivo dañadas en esta tormenta de verano. La tormenta, que también descargó abundante lluvia, no causó daños mayores precisamente porque el agua amortiguó los efectos del granizo.

Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa, explicó que «la granizada provocó numerosos daños materiales», y sobre todo, en los cultivos de la zona. «Todavía no hemos calculado cuántas hectáreas puede haber afectadas, podemos estar hablando de entre 50 y 80 hectáreas», manifestó.

Además, la fuerza de la lluvia derrumbó un muro de la localidad en el barrio de Banastón, lo que provocó que el agua llegara a la carretera N-260, a la altura del Polígono Industrial de Aínsa. La calzada quedó anegada durante algunos minutos, pero no llegó a inundarse porque el agua discurrió hacia el río.

Las afecciones, además de para la agricultura, quedan para los vecinos con huertos. «Tanto los campos de cereal como los huertos han quedado arrasados. No queda nada para recoger», afirmó Pueyo. Pero pese a lo espectacular de la tromba, no fue necesario recurrir a la ayuda de Protección Civil para retirar el granizo, puesto que este se diluyó con la lluvia.