El fútbol está tratando de retornar a la normalidad alrededor del mundo. Si la Bundesliga alemana echó a andar el sábado 16 de mayo, en América fue la liga costarricense la primera en arrancar el martes 19 de mayo, reanudándose en la jornada 16 del Torneo Clausura, tras más de dos meses de parón debido a la covid-19. Los estadios vacíos se pueden ver por televisión, única forma del hincha de poder seguir a su equipo favorito.

Y ese regreso del fútbol costarricense salpica tímidamente a Aragón, pues al frente de la gerencia deportiva de la Liga Deportiva Alajuelense (el segundo equipo más laureado del país, tras el Deportivo Saprissa) se encuentra un monzonero, Agustín Lleida, quien llegó al equipo rojinegro en 2018 como responsable de las fuerzas básicas (tras siete años en el Pachuca de México, donde realizó una exitosa labor con la cantera) y que en 2019 dio el salto a la dirección deportiva.

En Costa Rica las pruebas de detección del Coronavirus no son obligatorias para los 12 clubes de Primera División, sino que deben cumplir con el protocolo sanitario del Ministerio de Salud, el cual indica que los doctores de los equipos están obligados a definir los casos sospechosos y enviarlos de inmediato a un centro de salud.

¿Por qué no se hacen las pruebas? El aspecto económico se antoja fundamental, pues no es una competición sobrada de recursos, y el país no está realizando test de manera masiva. El otro vector es el éxito de este pequeño país centroamericano en la lucha contra la enfermedad, hasta el momento.

Costa Rica, caso de éxito en la lucha contra el covid-19

El primer caso confirmado decovid-19 en Costa Rica fue el 6 de marzo, una turista estadounidense que fue aislada de inmediato, el 9 de marzo se anunció la cancelación de eventos masivos y el 16 de marzo se declaraba el estado de emergencia nacional, la suspensión del curso lectivo y se prohibía la entrada a suelo nacional de no costarricenses desde el exterior -fronteras que permanecerán cerradas, al menos, hasta el 15 de junio-. Ese 16 de marzo el acumulado de casos positivos era de 41.

A 20 de mayo, el número de positivos es de 897, de los que 582 se han recuperado, y se han registrado 10 fallecimientos. A la fecha, hay 13 personas ingresadas en hospitales, de las que cinco permanecen en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

El pico diario de infectados se dio el 9 de abril, con 37 casos

Se han realizado poco más de 21.000 test (en un país de unos cinco millones de habitantes), por lo que se puede comprobar que el número de pruebas ha sido bajo, pero las cifras de mortalidad reflejan el éxito, hasta el momento, de la estrategia desarrollada por el Gobierno de Carlos Alvarado (Partido Acción Ciudadana): la tasa de mortalidad es del 1,15 %, la segunda más baja del continente.

No cabe duda que en estas cifras influyen un sistema de salud universal (alcanza al 95% de la ciudadanía, según datos de la Organización Mundial de la Salud), siendo la punta de lanza del mismo los Ebais (Equipos Básicos de Atención Integral de la Salud), una red de más de 1.000 clínicas de atención primaria en prácticamente todas las comunidades del país, además de una treintena de hospitales y clínicas diseminados por sus siete provincias. Esto, que en Europa puede no llamar demasiado la atención, es una excepción en América Latina, con débiles sistemas de salud pública.

Una feliz casualidad es que el ministro de Salud, Daniel Salas, sea un epidemiólogo. Salas (quien ya ya había participado como coordinador y parte de los equipos técnicos de la Dirección de Vigilancia de la Salud del ministerio en planes de atención y preparación ante posibles pandemias, basados en las experiencias previas de la gripe aviar, la influenza AH1N1, el SARS) se ha convertido en el rostro más popular del país, el Fernando Simón costarricense, pero con una diferencia: hay unanimidad en torno a la buena labor del ministro y su imagen ha salido reforzada, hasta el momento.

El país igual está sufriendo en el tema económico. Con una situación fiscal ya de por sí complicada, ha tenido que dedicar muchos recursos en base a deuda externa -préstamos de organismos multilaterales- para poder cubrir con una asignación mensual de en torno a los 200 euros para aquellos que han perdido su empleo (aquí no existe el subsidio de desempleo), una ayuda mínima en un país caro, pero que ayuda al menos a cubrir las necesidades de la canasta básica; y el Banco Central de Costa Rica ha cifrado en el -3,6 % del Producto Interno Bruto la previsión de recesión en 2020.

La vuelta del fútbol

Volviendo al fútbol. Viendo la situación sanitaria más o menos controlada, desde el 1 de mayo los 12 clubes de fútbol reiniciaron los entrenamientos, con el visto bueno de los ministros de Salud y de Deportes.

“Estuvimos un mes y medio cada uno en su casa, seguimos entrenando a través de la aplicación Zoom”, cuenta Lleida, tratando de mantener el estado físico de los jugadores, y a partir de ese 1 de mayo volvieron con un protocolo muy estricto, trabajando en grupos de siete jugadores, con rigurosas normas de higiene personal y de desinfección de las instalaciones. Los jugadores tenían que mantener además una separación mínima de dos metros.

El 16 de mayo se permitió entrenar con interacción, y el 19 de mayo por fin volvió a rodar el balón sobre las canchas, con un protocolo en el que los jugadores no están en la banca, sino en la grada; atención a la prensa regulada…

En los dos primeros partidos de la competición costarricense, disputados el día 19, se saldó sin lesionados, uno de los temores en el mundo del fútbol ante el parón. Las estadísticas de la Bundesliga muestran sin embargo que el número de lesiones se multiplicó por cinco respecto a las habituales, en la jornada disputada el pasado fin de semana.

Respecto a si la competición llegará a su fin, Lleida dice que está convencido de que sí. "Costa Rica tiene todo muy controlado”, añade

En caso de que la competición de fútbol concluya sin más inconvenientes, la colonia de aragoneses en Costa Rica estará expectante de que la Liga Deportiva Alajuelense consiga alzar el ansiado título 30 para la entidad (está anclada en los 29 entorchados desde 2013, y ocupaba la segunda plaza en la tabla antes del parón). Agustín Lleida ha hecho que los colores rojinegros de los ‘manudos’ muden en la cuatribarrada aragonesa para un pequeño grupo de coterráneos. Por cierto, el equipo favorito de los aragoneses en Costa Rica ganó 0-2 en Cartago.