Los gestores administrativos son otro de los colectivos profesionales que se han visto sobrepasados de trabajo a causa de la crisis del coronavirus. A las labores habituales que realizan a sus clientes en el ámbito fiscal y laboral se ha sumado los múltiples trámites derivados del estado de alarma decretado, como las solicitudes de ERTE y el paro de los autónomos. Y por si era poco, este miércoles ha comenzado la campaña de la Renta.

«Estamos desbordados. Tenemos mucho más trabajo y, además, del malo, del que tiene que ver con despidos, cierres, ayudas...», explica Iván Pineda, secretario del Colegio de Gestores Administrativos de Aragón. A ello se suma la «incertidumbre» y la «presión» de las novedades normativas del Gobierno. “Cada día se está legislando y eso requiere una interpretación para aproximar las normas a la realidad de cada empresa”, apunta.

Sobre la campaña de la Renta, que se ha iniciado este miércoles y se prolongará hasta el 30 de junio, el secretario del colegio subrayó que “no hay novedades significativas” sobre el IRPF, pero se mostró preocupado por cómo puede afectar la actual situación de excepcionalidad a la elaboración de las declaraciones. “Los gestores vivimos mucho de asesorar, comprobar y estudiar la situación fiscal de cada cliente, no sé si con la incertidumbre que existe vamos a poder hacer ese trabajo”, argumentó. En este sentido, recomendó no tener excesivas prisas a la hora de hacer la declaración a fin de evitar errores o eludir alguna deducción por no haberse asesorado bien.

APLAZAR LAS LIQUIDACIONES DEL PRIMER TRIMESTRE

Las gestorías, al igual que otros negocios de asesoramiento empresarial, han sido consideradas actividades esenciales dentro del estado de alarma y el confinamiento. Por ello, estos profesionales siguen acudiendo a sus oficinas, aunque estas permanecen cerradas al público. También los hay que han decidido hacer todo por medio de teletrabajo, “Estamos trabajando en un entorno complicado y haciendo jornadas maratonianas para atender a todo”, destacó.

Es ingente la cantidad de trámites y gestiones que deben realizar a sus clientes, que en muchos casos han tenido que suspender su actividad por los efectos de la pandemia. “Las empresas nos tienen como único interlocutor válido y son constantes las consultas que nos hacen para resolver dudas sobre las medidas que lanza el Gobierno”, señaló Pineda. Y es que, agregó, “nos enfrentamos a cosas sobre las que no hay precedentes porque no se han aplicado nunca”.

En este sentido, y dada la elevada carga de trabajo que se ha generado, lamentó que el Ejecutivo central no haya aplazado el periodo para la presentación de las liquidaciones de impuestos del primer trimestre, que deben efectuarse antes del 20 de abril. “Los clientes antes nos traía la documentación, pero ahora no pueden, lo que supone una dificultad añadida”, indicó.