El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, marca distancias con las medidas para frenar la expansión del coronavirus en el Reino Unido y ha ordenado este domingo el cierre total de la actividad en el Peñón y el confinamiento de sus habitantes en sus domicilios. Un “coma inducido” para la economía gibraltareña, según Picardo, que entrará en vigor a partir de la media noche del lunes al martes y que se prolongará al menos treinta días, aunque cada 48 horas se revisará para determinar que aún son necesarias. El cierre no afectará, en cualquier caso, a la valla fronteriza, tal y como ha consensuado con el Ministerio de Interior en una conversación este sábado, según el gobierno gibraltareño.

El confinamiento del Peñón, con 32.568 habitantes, se ampara en la Ley de Contingencias Civiles, y ha sido anunciado por Picardo después de que la reunión diaria que realiza con su gabinete desde el inicio de la pandemia y tras conocer que España tiene intención de mantener el Estado de Alarma al menos dos semanas más. Gibraltar contabiliza ya 15 casos positivos, con cinco contagiados en las últimas horas. Dos personas permanecen ingresadas en el hospital, y según los datos ofrecidos por el ejecutivo gibraltareño, cinco personas han sido ya dadas de alta, mientras que otras cinco están en proceso de recuperación.

"Confinamiento social total"

“A medida que hemos ido viendo crecer gradualmente el número de personas diagnosticadas con esta cruel enfermedad en Gibraltar, también hemos observado con tristeza el rápido aumento de los casos en España”, aseguró el Gobierno del Peñón. Y justificó que “el Director de Salud Pública ha informado de que el virus se encuentra entre la población, de modo que la mejor manera de aplicar el distanciamiento social necesario para ralentizar la propagación es pasar a un estado de confinamiento social total”.

Hace dos semanas el gobierno de la colonia ya ordenó el cierre de bares, restaurantes y pubs, suspendió las actividades culturales y recomendó que los mayores de 70 años, el colectivo con mayor riesgo, permaneciera en sus casas. A partir del martes se sumarán también gimnasios, tiendas, colegios (salvo para quienes no puedan trabajar desde casa) e incluso las obras, salvo que tengan un permiso oficial del Gobierno. También se recomienda a las oficinas el teletrabajo en la medida de lo posible, de forma que la población solo salga a la calle si es absolutamente necesario.

Sí se podrá hacer ejercicio

Las medidas anunciadas por Picardo incluyen restricciones de movimiento similares a las que ya se ejecutan a este lado de la frontera. Así, sólo se permite a los ciudadanos del Peñón salir a realizar trabajos esenciales y compras de productos de primera necesidad, ya que permanecerán abiertos supermercados, farmacias y restaurantes que proporcionen servicios a domicilio. Y a diferencia de España, aquellos que quieran hacer deporte, incluidos padres con niños, podrán realizar pequeñas sesiones de ejercicio siempre que se mantengan alejados de otros ciudadanos, ya que se tiene en cuenta el pequeño tamaño de las viviendas del Peñón. El bloqueo será ejecutado por la Royal Gibraltar Police, que podrán enviar a sus domicilios a quien se encuentren por la calle, arrestándolos por obstrucción si se niegan.

Picardo aseguró que el decreto de confinamiento es “la medida más difícil” de su carrera política, pero “estos tiempos extraordinarios requieren una acción extraordinaria”. Conscientes del impacto económico en la colonia, el Gobierno del Peñón baraja ya un paquete de medidas para ayudar a las empresas y proteger los empleos. “Un asesino invisible acecha entre nosotros y podéis aportar vuestro granito de arena para frenar su progreso por nuestra ciudad observando estas reglas”, concluyó Picardo.