Aragón al completo, Zaragoza capital incluida, pasará desde este lunes, 11 de mayo, a la fase 1 de la desescalada del coronavirus, en la que se podrán reabrir algunos comercios y reunirse con familiares y amigos en grupos de hasta 10 personas, con limitaciones. Así lo decidió finalmente el Ministerio de Sanidad, que descartó la propuesta inicial del Ejecutivo autonómico de que algunas comarcas saltasen directamente a la fase 2. Esta opción al final «ni se ha discutido», admitió ayer el director general de Salud Pública autonómico, Francisco Javier Falo, al dejar claro el Ejecutivo que ningún territorio español lo iba a hacer.

Así pues, el Gobierno central descartó inicialmente el enfoque aragonés de dar ventaja al ámbito rural, con menores densidades de población y, por lo general, menor incidencia de la enfermedad. Algo que, según expuso en rueda de prensa el comisionado aragonés para la despoblacion, Javier Allué, «no quiere decir que nos desanime en nuestra voluntad de que la desescalada puede y debe empezar de forma anticipada en el ámbito rural».

DESARROLLO

De hecho, tanto Allué como Falo confiaron en que el desarrollo de la orden de la fase 1, que se publicará hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se ofrezca, en el mayor número de medidas posible, alguna ventaja para él ámbito rural. La comunidad, recordó Allué, cuenta con el buen precedente de su propuesta de que los municipios de 5.000 habitantes tuviesen una normativa más laxa en la fase 0, como así ocurrió finalmente, con los horarios de paseo o deporte sin limitación. Algo similar confían en que suceda en esta nueva fase.

Al no haberse aceptado para ningún punto de país el paso a la fase 2, Falo no quiso «entrar en valoraciones» sobre qué zonas de Aragón eran las que se habían propuesto para avanzar en la desescalada. «no ha cuajado, al final no se ha discutido», afirmó. No hubo pues, según el Gobierno de Aragón, oportunidad de discutir los criterios por los que se podrá avanzar de fase. Algo que confían en que pueda suceder «dentro de 15 días».

Así pues, Allué se quedó con la «satisfacción» de que toda la comunidad pueda avanzar al máximo nivel de desescalada posible. Incidió en que también lo hace Zaragoza capital, lo que hace sospechar que en algún momento de las negociaciones esto pudo estar en entredicho. Pero el comisionado no lo especificó y, en cualquier caso, tampoco ha llegado a suceder.

El avance lo ha hecho posible, agradeció, al «trabajo» de los sanitarios y los gestores, además de al esfuerzo de los sanitarios. Esto ha permitido alcanzar los niveles de bajo contagio, disponibilidad de camas y posibilidad de control desde atención primaria requeridos para este nivel.

PRUDENCIA

Pero esta satisfacción y relativa alegría por la nueva libertad no debe de conducir a la relajación. Falo advirtió de que la valoración del Ministerio de Sanidad de las comunidades ha sido «un proceso complejo», y a la vez «exigente» en cuanto a los valores de contagio y capacidades que ha tenido que demostrar la comunidad para acceder por completo a esta fase 1, con la «propuesta reformulada» respecto a la inicial.

Pero ahora todos, alertó, vamos a estar en una «evaluación constante», pues la comunidad ha tenido que demostrar un refuerzo en el sistema de respuesta y detección de posibles rebrotes, sobre todo a través del sistema de Atención Primaria. Y esto es «reversible», alertó. «Podemos caer en la tentación de creer que como estamos en la parte baja de la curva, el riesgo ha pasado. Nada más lejos de la realidad. Volveremos a reproducir el contacto social, y con ello puede haber una mayor incidencia de casos».

Por ello, Falo pidió «responsabilidad social absoluta», mantener la distancia social y las normas higiénicas «sin tregua», con especial atención a los colectivos vulnerables. Algo que simplemente con los paseos ya ha planteado problemas con unas libertades «no bien interpretadas por algunos colectivos sociales».

Si no se observan las normas, en definitiva, toda la sociedad puede sufrir un retroceso en estas libertades.

¿QUÉ SE PUEDE HACER EN LA FASE 1?

-- Ver a los seres queridos, asistir a entierros y velatorios, comprar sin cita previa, sentarse en una terraza o ir a la iglesia son algunas de las medidas de alivio que estarán permitidas en los territorios que, como Aragón, entren el lunes en la fase uno de la desescalada. También volverán los mercadillos al aire libre, pero seguirán cerrados los centros comerciales y no se podrá viajar a otras provincias.

--Las condiciones concretas están recogidas en el Plan de Transición hacia la nueva normalidad disañado por el Ejecutivo central. En cuanto a las visitas a familiares, están permitidas salvo que se trate de una persona con positivo por coronavirus o esté en aislamiento. Tampoco se podrá ver a personas ancianas o que pertenezcan a un grupo de riesgo.

--Las reuniones también pueden realizarse pero hasta un máximo de diez personas y con ciertas restricciones. Hay que mantener la distancia de seguridad de dos metros y respetar las normas de higiene relativa al lavado de manos y «etiqueta respiratoria». Las reuniones podrán celebrarse tanto en casa como en la calle.

--El uso de terrazas de bares es otra de las actividades autorizadas, pero el aforo es limitado. Sólo se podrá ocupar el 50% de las mesas y tendrá que haber una distancia mínima de dos metros entre estas. Los grupos de clientes no superarán las diez personas, habrá que desinfectar las mesas entre un cliente y otro, y no se podrán utilizar cartas de uso común ni servilleteros. Respecto a los desplazamientos en coche, los habitantes de un mismo domicilio pueden compartirlo.