El gran armario logístico de Zara a nivel mundial, situado en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), se ha quedado medio vacío por culpa del coronavirus y la caída generalizada del consumo. La actividad de este centro del grupo Inditex, uno de los mayores de Aragón por número de trabajadores (en torno a 1.800), se ha reducido entre un 70% y 75%, lo que ha hecho que solo trabaje en torno a la mitad de la plantilla y que esta lo haga a media jornada. A pesar de ello, el hecho de que la macro instalación siga funcionando ha sido motivo de tensión y conflicto entre los empleados, al igual que viene ocurriendo en casi todos las empresas que siguen en activo desde que se decretara el estado de alarma y el confinamiento domiciliario, sobre todo en aquellas que no son de actividades esenciales.

No obstante, todo apunta a que la planta logística tendrá que cerrar temporalmente a partir de mañana debido a la ampliación del confinamiento por parte del Gobierno, que solo permita mantener abiertos los servicios que se consideran imprescindibles. Aún así, al cierre de esta edición, el comité de empresa decía desconocer si la nueva restricción afecta o no a este centro de distribución textil a la espera de recibir una comunicación por parte del grupo textil o de conocer en detalle el contenido del decreto que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este domingo.

EL COMITÉ NO DENUNCIA TRAS RECTIFICAR LA EMPRESA

El comité de empresa decidió el pasado miércoles por unanimidad presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo por considerar insuficientes las medidas preventivas y organizativas aplicadas frente a la exposición al coronavirus. En concreto, la parte social reclamaba que se garantizasen las cuatro horas de trabajo como máximo que se habían fijado inicialmente, algo que no se estaba cumpliendo, o disponer de material desinfectante para limpiar útiles y herramientas. La representación de la plantilla también lamentaba la falta de participación y transparencia sobre las medidas de seguridad y salud laboral implantadas y exigía que se comunique a los trabajadores si surgían casos positivos del covid-19.

La gota que colmó el vaso fue precisamente la aparición de un primer contagio en este centro de trabajo, aunque no se trataba de un operario, lo que ha limitado la posibilidad de propagación de la enfermedad en la planta.

La empresa reaccionó ante estas demandas y aceptó los planteamientos hechos por el comité, que aprobó por mayoría (UGT, CCOO, OSTA e independientes) no presentar la denuncia.

DENUNCIA DE LA UNIÓN-CGT

A pesar de ello, una parte de la representación de los trabajadores sigue sin estar conforme. La Unión-CGT, segunda fuerza sindical en la planta --6 de los 23 delegados--, valora las medidas que se han ido implementando, aunque con retraso, pero considera que se siguen «sin garantizar las condiciones de seguridad y protección», por lo que sí pedirá la intervención de la Inspección de Trabajo. «Valoramos las mejoras, pero por coherencia y responsabilidad abogamos por un cierre preventivo de los servicios y actividades no esenciales», aseguró Javier Paraiso, responsable de esta sección sindical.

A juicio de esa organización, el mayor incumplimiento tiene que ver con el distanciamiento prudencial de dos metros entre empleados, que «no se está cumpliendo en algunos puestos y tareas». Por este motivo, La Unión-CGT exige que se dote a los trabajadores de equipos de protección individual (guantes y mascarillas) para que la prevención «no dependa de la labor cívica de cada trabajador». Este sindicato también denunció que a los trabajadores eventuales -en torno a 400- se les había obligado a coger vacaciones, aunque la empresa se ha comprometido a corregir esta cuestión.

Aunque su actividad logística se ha visto muy mermada por la pandemia, Inditex ha descartado hasta ahora un ERTE en este área por responsabilidad social.