El hartazgo ha llegado al extremo en la hostelería, que ve cómo se le escapan los días, los clientes, las alternativas. Los cierres no cesan, de peligro se ha pasado a alerta roja en muchos casos, más de los que se pueden constatar seguramente al aflorar la economía sumergida. No hay voluntad de arreglarlo desde el Gobierno de Aragón, entienden los hosteleros, que ayer anunciaron la convocatoria de otra gran manifestación para el domingo 13 de diciembre, a las puertas de la Navidad, un periodo que muchos entienden como el último hilo al que asirse para sobrevivir. Más allá está la muerte de muchos negocios, aseguran. Más de 40.000 familias viven en vilo, más de mil puestos de trabajo se han destruido solo en el último mes, como muestran los datos de afiliación del sector hostelero de Zaragoza y su provincia.

No faltó nadie ayer por la tarde en la terraza del Náutico. La Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, la Federación de Empresarios de Hostelería de Zaragoza, la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia, la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, la Asociación Teruel Empresarios Turísticos y la Asociación Provincial de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza. El discurso, más bien manifiesto, fue único: «O cambian las políticas o cambian los políticos», afirmaron los presentes, seguros de que se está dejando morir al sector sin entender muy bien las razones. «Estamos en la ruina. Existen soluciones para que las actividades de hostelería, turismo y ocio abran y no vuelvan a cerrar. Solo hace falta voluntad y actitud política», insistieron.

La situación está bien caldeada. Tampoco ayudan a los hosteleros las palabras de Sira Repollés, la consejera de Sanidad, que ayer insistió en el pleno de las Cortes en que Aragón «ha sido la Comunidad que menos restricciones ha puesto a la hostelería» respecto a todos sus territorios limítrofes. La mayoría, se puede imaginar, se echa las manos a la cabeza.

«Se acabó. La hostelería, el turismo y el ocio de Aragón se han cansado. Ya vale. Son nueve meses de fracaso en la gestión sanitaria de la pandemia sin que nadie asuma su responsabilidad, ni económica ni política. Nueves meses de medidas restrictivas en este sector. Siendo juguete de este Gobierno. Nos han cerrado sin contraprestaciones, sin justificaciones científicas; sin ofrecer datos fiables; sin evidencias de contagios en el sector. O no se enteran o no se quieren enterar. Están arruinando un sector en el que hay 40.000 familias esperando. Y miles más que forman parte de la cadena de valor de la hostelería: agricultores, proveedores, bodegas, agencias de viajes, empresas de eventos... Sumen y sigan. La cascada es ilimitada», comenzó el comunicado de un sector que actúa en bloque para exigir soluciones pero sin perder la sensatez, admitiendo el difícil equilibrio entre la salud pública, el impulso de las actividades económicas y la recuperación de la actividad social. “Que nadie se confunda ni se atreva a tacharnos de lo que no somos. Estamos con la salud y estamos con los aragoneses; como ellos y ellas están con nosotros. Precisamente por eso creemos que cerrar nuestros establecimientos, espacios seguros en los que se cumplen estrictamente las medidas de higiene y seguridad, ha supuesto fomentar la celebración de reuniones y fiestas privadas sin ningún tipo de control que, sin duda, no han ayudado a frenar los contagios”, esgrimieron.

“Pero la administración pública sigue haciendo oídos sordos. La Consejería de Sanidad nunca nos ha escuchado. La única reunión que hemos mantenido en nueve meses fue un auténtico desastre. Yo mando y tú escuchas. Nunca se han mostrado abiertos a dialogar. Ni siquiera a escucharnos. En ningún momento han parecido dispuestos a rectificar las políticas de cierre y medidas restrictivas, ni a ofrecer medidas alternativas que permitieran controlar la pandemia sin destruir este sector. Estamos convencidos de que lograr ese equilibrio es posible, pero hacen falta voluntad y actitud. Además de humildad para admitir errores. Algo que no arregla nuestros problemas, pero consuela”, ha continuado el manifiesto, en el que han advertido que no se van a callar y han anunciado el regreso de la protesta a las calles. “Volveremos a salir el domingo 13 de diciembre. Y volveremos a hacerlo con más fuerza. Llamamos al resto de organizaciones empresariales y sindicales a sumarse, así como a toda la ciudadanía que quiera apoyar a este sector. Si este sector se cae, se nos va una parte importante de nuestra cultura. De nuestros recuerdos. Porque somos el sector de la felicidad; esa que hemos perdido desde hace meses por esta pandemia y por esta gestión.

“Exigimos soluciones a los responsables que están al cargo de esta gestión sanitaria en Aragón. O cambian el rumbo de la política o habrá que cambiar a los políticos y pedir relevos de los responsables que están al cargo de esta gestión sanitaria en Aragón. Si no buscan soluciones, de forma abierta y sincera, no merecen estar al frente de un área tan importante. Hostelería, turismo y ocio son compatibles con la salud pública. Hay ejemplos en otras comunidades. Nos da igual el color. Solo queremos trabajar. Dialogando y buscando soluciones. No más ruina. O cambian las políticas o deben cambiar los políticos”, ha concluido el manifiesto antes de pedir “serenidad, ánimo y fuerza” a todos los empresarios y profesionales del sector y gritar bien alto: “No al cierre. Hay soluciones. Solo hace falta que nos escuchen. Solo queremos trabajar”.

Desde la Asociación de Cafés y Bares, José María Marteles, su presidente, ha explicado que plantear una apertura “todavía de fecha incierta y con una ocupación interior del 25% en el interior es inasumible para los bares. La reapertura debería llevarse a cabo partiendo al menos de un 50% de aforo en interiores, y sin límite de aforo en las zonas de terraza. El 80% de los bares depende de sus barras para trabajar en condiciones mínimas de rentabilidad (especialmente, los más pequeños y desprotegidos). Tras 52 días en fase dos en el mes de julio y agosto, 10 días en el mes de octubre coincidiendo con el tradicional periodo festivo de Pilares, y más de un mes de cierre, creemos que la reapertura de interiores debería llevarse a cabo permitiendo utilizar las mismas, delimitando espacios para garantizar distancias de seguridad”, explicó.

Los datos de afiliación del sector hostelero de Zaragoza y su provincia relativos al mes de noviembre muestran una destrucción de 1.053 puestos de trabajo en comparación con los datos publicados solo un mes antes. “Reclamamos, una vez más, que se establezcan y hagan públicos unos parámetros objetivos o indicadores sobre los que se decide transitar de un estado de alarma a otro, ya sea número de contagios, tasa de positividad, etcétera. Reclamamos, una vez más, que la aplicación de medidas restrictivas al desarrollo de la actividad de cada sector se lleve a cabo de forma proporcionada a los datos de incidencia/contagio existentes en el mismo, según los datos oficiales actualizados del Ministerio de Sanidad”, concluyó.