Desde que comenzó el estado de alarma en España ya se preveía que la situación para el sector de los servicios no iba a ser la más esperanzadora. Los negocios de hospedaje como los hoteles u otros servicios como la hostelería iban a sufrir las consecuencias. Con la llegada del verano se esperaba que suavizaría la situación pero desde comienzos de julio no ha hecho más que empeorar. El coronavirus ha hecho mella en los hoteles de la provincia de Zaragoza que prevén que los meses de julio y agosto concluyan con entre el 10% y el 15% de la ocupación posible, según señala el secretario general de la Asociación Profesional de Empresarios de Hoteles y Restaurantes (Horeca) de Zaragoza, Jesús Boillos.

Para poner en contexto lo que realmente ha supuesto el covid-19 en los hoteles de la provincia de Zaragoza es necesario comparar las cifras de los año 2019 y 2020. Según Boillos, el porcentaje de ocupación en julio del año 2019 en el conjunto de la provincia fue del 60% y, en agosto de ese mismo año, todavía fue superior a esa cifra y alcanzó el 70% del total de plazas disponibles. Estos porcentajes adquieren todavía más relevancia si se tiene en cuenta que el año pasado podía ofrecerse la totalidad de habitaciones del hotel, dado que en esta ocasión han tenido limitaciones al respecto por recomendaciones y obligaciones sanitarias varias.

VERANO DIFÍCIL

Este año 2020, «quedando pendientes de poder realizar un balance definitivo», según afirmó Boillos, las previsiones de ocupación considerando al conjunto del hotel serán de entre el 10% y el 15% (prácticamente un 50% menos de ocupación). Se trata de «registros lamentablemente históricos, o dicho de otra forma, en la asociación no disponemos de registros económicos que se acerquen a los que se están dando en la actualidad», lamenta el secretario general de Horeca Zaragoza.

Boillos comentó también que el ritmo de reservas estaba siendo ínfimo, que se estaban produciendo de «una manera muy tímida», destacando al mismo tiempo que también los plazos de estas reservas habían sufrido cambios estos dos últimos meses por los rebrotes y las restricciones de viajar a Aragón: «Se ha reducido el plazo en el que se formalizan, pudiendo destacarse que en un alto volumen se producen con menos de 24 horas de antelación o bien se personan sin reserva en el hotel», aseguraba el secretario de Horeca.

Asimismo, los ingresos, también condenados por el coronavirus, se han reducido notablemente y, de hecho, el ingreso medio por habitación disponible se sitúa en apenas diez euros y eso ha provocado, en parte, que algunos hoteles hayan decidido lanzar promociones de verano para intentar captar clientes. Los grupos más habituales que deciden alojarse en los complejos de la provincia de Zaragoza son turistas que «tradicionalmente visitaban la provincia», es decir, pocos usuarios locales. Debido al miedo que se trasladó a los ciudadanos sobre la posibilidad de visitar Aragón, el turismo extranjero, que representaba el 30% de las pernoctaciones en Zaragoza, «se ha diluido y se desconoce cuándo se podrá recuperar», señala Boillos.

MIRADA AL FUTURO

«Realizar previsiones sobre lo que puede ocurrir en futuros meses se hace muy complicado, si bien sería necesario que se recuperase, al menos, la confianza en el destino», recalca el secretario general de Horeca Zaragoza. Asimismo, confía en que sean los primeros compases del mes de septiembre cuando se pueda obtener información «sobre la tendencia que podría experimentar este mercado».

La suspensión, el desplazamiento o las condiciones en que se van a realizar ciertos e importantes eventos en la comunidad, también ha supuesto un mazazo para el sector. Uno de ellos es el Gran Premio de Moto GP que se celebra en Motorland que, además en esta ocasión, contará con dos carreras en el mismo circuito. Esta competición automovilística «marcaba siempre un ritmo de actividad muy alto que permitía a los hoteles de Zaragoza rozar el lleno», manifestó Jesús Boillos.

Económicamente, se trata de un sector que aportó en el año 2019, 666 millones de euros sólo en la ciudad de Zaragoza, lo que denota la personalidad y la relevancia que adquiere dentro de la economía local. Un sector que mira con «preocupación» al futuro y que considera que la única manera, necesaria por otro lado, para seguir adelante es que «se aprueben medidas de rebaja de la presión fiscal y de estímulo de demanda», además de que en materia de sanidad, «las normas que se aprueben sean equilibradas, razonables y claras para la prevención de posibles contagios y la aparición de nuevos rebrotes», aseguran desde Horeca Zaragoza.

El hotel Meliá de Zaragoza reafirma las sensaciones y realidades del sector hotelero ya que, a pesar de que esperaban «una ocupación todavía menor», las cancelaciones sobre todo a partir del mes de julio aumentaron en gran medida «por el hecho de que Zaragoza estuviera en las noticias todos los días», señaló una empleada del hotel. Asimismo, consideran que la ocupación en estos momentos es del 30% y se debe, principalmente, al servicio de piscina del que dispone este complejo hotelero de la capital aragonesa.