Ibercaja ha obtenido un beneficio neto de 33,9 millones de euros en el primer trimestre de 2020, un 40,3% menos que en el mismo periodo del año anterior. Esta caída se debe fundamentalmente a que el banco ha efectuado una dotación adicional de provisiones por 34 millones de euros para anticiparse a los efectos de la crisis económica que está provocando la covid-19. Los saneamientos totales netos efectuados entre enero y marco asciende a 50,3 millones. Sin contabilizar estas dotaciones, el resultado recurrente sin sería de 87,9 millones de euros, un 0,8% más.

El banco destaca que la actividad comercial de los tres primeros meses, hasta el inicio de esta crisis, “ha mantenido el vigor de los periodos anteriores”, aunque el volumen de recursos de clientes se ha visto condicionado por la brusca caída de la bolsa en la segunda quincena de marzo, con un retroceso del 2,7% respecto al mismo periodo de 2019, hasta los 58.994 millones de euros. Si se excluye el efecto negativo del mercado, de 1.949 millones de euros, esta partida se habría incrementado en 300 millones de euros.

En este trimestre han destacado las aportaciones netas a fondos de inversión, de 296 millones de euros, segunda cifra mayor del sector, que ha permitido a Ibercaja conquistar 20 puntos básicos de cuota de mercado en este periodo, avanzando hasta el 5,3%. “Las fortalezas históricas del banco en el asesoramiento y la gestión especializada del ahorro le han permitido ganar cuota de mercado, a pesar de las adversas condiciones del mercado”, subrayan desde la entidad.

Por el lado de la financiación, la formalización de créditos y préstamos crece un 0,8% en el trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, hasta 1.059 millones de euros, el 52% de ellos destinado a la financiación de empresas no inmobiliarias.

LA FINANCIACIÓN SE DISPARA EN ABRIL

En abril, destaca el fuerte incremento de las formalizaciones, que han multiplicado por 2,3 veces el promedio mensual del primer trimestre, hasta los 805 millones de euros. Ibercaja atribuye este excepcional comportamiento a la apuesta de la entidad en los últimos años por el crecimiento en el segmento de empresas, en particular las pymes, y al “esfuerzo realizado" para la pronta implementación de las medidas extraordinarias de financiación decretadas para apoyar a autónomos, pymes y grandes empresas. A pesar de la paralización casi total de la actividad económica en España, la formalización de hipotecas también creció en el mes de abril

El margen de intereses ha sido de 133,6 millones de euros, un 4,5% inferior al del del mismo trimestre del pasado año, mientras que las comisiones totales llegan a 94,8 millones, un 1,1% más en términos interanuales. Los ingresos recurrentes, como suma de ambas rúbricas, han sido de 228,4 millones de euros, un 2,3% menos.

La entidad ha logrado reducir un 4,1% interanual los costes de explotación, gracias a la contención en otros gastos generales de administración, que bajan un 12,2%, como consecuencia de las “medidas de eficiencia” adoptadas en sus procesos organizativos y de digitalización.

SÓLIDA POSICIÓN PARA AFRONTAR UN NUEVO ESCENARIO

Los activos problemáticos brutos (créditos dudosos y adjudicados) descienden en 38 millones (un 2% menos) de euros entre enero y marzo, hasta el 5,7%. El ratio de cobertura en el 53,8%, 2,2 puntos porcentuales por encima del cierre de 2019. La entidad remarca que ha mantenido durante el trimestre “el esfuerzo en saneamiento y gestión para la regularización y salida de estos activos”. En paralelo, el ratio de morosidad disminuye hasta el 3,9% y se sitúa 91 puntos básicos por debajo de la media del sector.

El ratio de solvencia CET1 Fully Loaded se sitúa en el 11,24% y el de capital total Fully Loaded en el 15,42%. En términos de Phased In, estos ratios se sitúan en el 12% y el 16,2%, respectivamente, superando los requerimientos SREP para el 2020 (8,125% y 12,5%) en 390 puntos básicos en términos del capital de nivel uno ordinario. Ibercaja mantiene además “una holgada posición de liquidez", con unos activos líquidos que suponen el 22,3% del activo total y un ratio LCR del 326%.

La entidad también destaca que a sus “robustos niveles” de cobertura, solvencia y liquidez, se suman un modelo de negocio diversificado, en el que el 36% de los ingresos recurrentes proceden de la gestión de activos y el negocio de banca seguros; una cartera de crédito de bajo riesgo, centrada en hipotecas (63% del total) y con una baja exposición relativa a los sectores empresariales más afectados por la crisis (inferior al 4,5% del total de crédito). “Estos factores, a los que se suma la histórica prudencia en la gestión del riesgo crediticio, permiten a Ibercaja afrontar con garantías el abrupto cambio de ciclo económico que está sufriendo nuestro país”, aseguran desde el banco aragonés.