Pablo Iglesias ha advertido este sábado de que lo peor de la crisis del coronavirus, en términos sociales, está por venir. "La crisis social se va a agravar. Van a llegar momentos muy difíciles", ha señalado el líder de Unidas Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno en su discurso ante el nuevo Consejo Ciudadano de su formación, elegido hace dos semanas.

En una sucinta intervención por videconferencia, Iglesias ha querido recodar las iniciativas aprobadas por la coalición que comparte con el PSOE, ha subrayado que estas van en una "dirección opuesta" a las impulsadas durante la crisis del 2008 y ha argumentado que los "berrinches y pataletas" de la derecha suponen, en el fondo, un reconocimiento por parte del PP y Vox de que "no van a gobernar en muchos años".

El secretario general de Podemos se ha detenido primero en las medidas que el Ejecutivo sacó adelante antes de la pandemia: subida del sueldo de los funcionarios y del salario mínimo, ley de eutanasia y contra la violencia sexual, moratoria de los desahucios y actualización de las pensiones. Después, en las decisiones tomadas a raíz de la llegada del virus, como prohibir de despidos vinculados al covid-19 y los cortes de suministros básicos, garantizar la alimentación de los niños más vulnerables, las ayudas a trabajadores, el impulso a los ERTE y, por último, el ingreso mínimo vital, una iniciativa que Podemos defiende desde sus inicios.

Frente a este "escudo social", el vicepresidente, que en ningún momento ha mencionado las tensiones en su coalición con el PSOE, ha contrapuesto la actitud del PP y Vox. Aquí se ha referido, sin citarla directamente, a la polémica investigación de la Guardia Civil sobre la manifestación del 8M, celebrada poco antes de la declaración del estado de alarma.

EL "BERRINCHE CONSTANTE"

"La crispación y el berrinche constante de la oposición sirven para opacar debates fundamentales, pero ante todo el pataleo, la mentira y el insulto revelan la triste conciencia que tiene la derecha de su derrota. Provocan, porque saben que no pueden ganar. Son conscientes de que en España, por la crisis que estamos viviendo, hay consensos transversales que les cuesta mucho aceptar: la reconstrucción de lo público, la justicia fiscal y los derechos laborales. Estos consensos se están construyendo al margen de lo que la derecha ha defendido siempre. La derecha se dedica a la crispación porque sabe que la población española nunca más va a aceptar recortes, amnistías fiscales y corrupción. Son conscientes de que no van a gobernar en muchos años, por mucho que intenten influir en algunos poderes del Estado", ha argumentado el líder morado, empleando palabras más suaves que la semana pasada en el Congreso de los Diputados, cuando acusó a Vox de "querer un golpe de Estado" y "no atraverse".

La cita telemática del Consejo Ciudadano de Podemos, el máximo órgano de la formación entre asambleas, formado por 89 miembros, todos afines a Iglesias, servirá para votar a su nueva dirección y concretar el nuevo sistema de donaciones tras la eliminación del tope salarial que los dirigentes morados tenían hasta hace poco. Se trata de la primera reunión del organismo desde que Iglesias fue reelegido como secretario general, el pasado 21 de mayo: obtuvo un 92% de apoyos, pero en la votación solo participó el 11% de los inscritos.