Los designios del coronavirus son inescrutables. Bien lo saben en la pequeña y tranquila localidad oscense de Laspaúles, que sigue con gran preocupación la propagación de esta enfermedad tras confirmarse un caso positivo de una persona que estuvo en la fiesta de Carnaval celebrada el pasado sábado 7 de marzo. Este hecho, que se confirmó el jueves, ha disparado todas las alertas en este municipio de la Ribagorza, que ha activado sus propias medidas para hacer frente a esta situación.

La persona que dio positivo, procedente del entorno de Barcelona y con una casa de segunda residencia en Laspaúles, se recupera favorablemente. A raíz de lo ocurrido, media docena de personas —entre ellas la médica de la localidad— se sometieron ayer a pruebas para saber si han contraído esta patología altamente contagiosa. Los resultados aún no se conocen, pero el ayuntamiento lleva ya varios días concienciando a la población sobre lo ocurrido y instando a quedarse en casa aunque no se tengan síntomas de la enfermedad.

EL ALCALDE, PREOCUPADO

“Tenemos una lógica preocupación porque esto se transmite con facilidad”, afirmó Juan Ignacio Espot, alcalde de la localidad, donde viven cerca de un centenar de personas. “No podemos hacer nada más. Esperemos que los test salgan todo bien, pero aún así hay que seguir la cuarentena”, apuntó.

En coordinación con los servicios sanitarios de la zona se recomiendan, el consistorio emitió un bando hace dos días en el que pedía a los vecinos que se aíslen si habían estado en la fiesta de carnaval o tenido contacto estrecho con alguna persona que acudió. “Nuestra recomendación es que, aunque no tengas síntomas, te quedes en casa en la medida de lo posible y observes si tienes los síntomas descritos”, señala el comunicado municipal.

También lanzaba una serie de recomendaciones, entre ellas evitar aglomeraciones, reuniones, actividades grupales y viajes innecesarios, así como no acudir al consultorio médico “salvo que sea algo urgente” ni a centros hospitalarios o residenciales de mayores.

GRUPOS DE VOLUNTARIOS

“Sin ánimo de alarmar, pero sí teniendo en cuenta la responsabilidad social que tenemos todos en estos pueblos poblados en gran medida por personas de edad avanzada”, según recoge el bando, en el que se recuerdan las indicaciones dadas por Salud Pública en cuanto a la correcta higiene de manos y vías respiratorias y sobre no toser y estornudar en las manos.

La actividad del pueblo se ha detenido casi por completo. Tan solo está abierta una tienda de alimentación que abre por tiempo reducido y solo atiende pedidos por teléfono. Para atender las necesidades de los vecinos de avanzada edad o que viven solos, el ayuntamiento aprobó ayer un decreto para organizar grupos de voluntarios que se ocuparán de llevarles “las cosas imprescindible”, explicó Espot.