La reina Isabel II se retirará durante varias semanas a su castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros al oeste de Londres, debido al coronavirus, tal como acaba de anunciar el Palacio de Buckingham.

"Como precaución y por razones prácticas en las circunstancias actuales el avance del coronavirus se han realizado una serie de cambios en la agenda de la Reina", explica el alacio en un comunicado.

"La reina irá al castillo de Windsor para Pascua, desde el jueves, 19 de marzo, una semana antes de lo esperado. Es probable que la reina se quede allí después de Pascua", prosigue el texto.

La reina suele pasar los fines de semana en el castillo de Windsor, en el condado de Berkshire, así como las vacaciones de Semana Santa. Es de toas sus residencias su preferida desde que de niña estuvo allí confinada debido a la segunda guerra mundial. Para el verano suele preferir Balmoral (Escocia), y las Navidades las pasa en Sandringham.

EMBLEMÁTICA FORTALEZA

Windsor comenzó a construirse en el siglo XI y, desde los tiempos de Enrique I de Inglaterra (siglo XII) ha sido habitado por numerosos monarcas británicos. Se trata de la segunda residencia real europea de ocupación más antigua tras el Real Alcázar de Sevilla. El castillo resistió a los intensos bombardeos de la segunda guerra mundial y al gran incendio de 1992, que devastó gran parte de sus instalaciones (la restauración duró cinco años y costó 40 millones de euros). Es un complejo amurallado de casi cinco hectáreas de jardines y terrenos con otras residencias donde residen varios hijos de la reina (Andrés y Eduardo). Actualmente consta de una plantilla de medio millar de trabajadores.

La soberana, de 93 años cumple 94 el próximo mes, ya había anunciado el viernes el aplazamiento de varios compromisos públicos planificados en las próximas semanas debido a la pandemia vinculada al nuevo coronavirus.

Este martes se han anunciado cambios de programación adicionales después de que el gobierno de Boris Johnson anunciara medidas más estrictas el día anterior, como limitar el contacto y los viajes "no esenciales" a los mayores de 70. La reina Isabel puede presumir de una salud de hierro, pero debido a su longevidad no se quiere correr riesgos.

Las audiencias programadas para esta semana en el Palacio de Buckingham se mantienen, hasta el jueves, pero se examinará la conveniencia de continuarlas más allá, según el comunicado de prensa.

Varios eventos públicos, en los que la reina o los miembros de la familia real iban a participar en los próximos meses, han sido "pospuestos o cancelados", incluida la misa del Jueves Santo en la Capilla de San Jorge en Windsor y cinco "fiestas en el jardín".

EN EL AIRE LA VISITA DE NARUHITO

También se está estudiando si se mantiene o no una visita de Estado del emperador Naruhito de Japón y su esposa, prevista para la primavera en el Reino Unido, la primera desde el Brexit a fines de enero, ha indicado el mismo comunicado.