Italia, después de casi tres meses de cierre por la pandemia del covid-19, ha abierto hoy sus fronteras a los países de la Unión Europea y también permite la libre circulación entre regiones del país. "Hoy parece una conquista si pensamos en las condiciones de hace unos meses. Lo hicimos con el sacrificio de todos, recordando que tenemos que hacerlo sabiendo que el virus vive aún con nosotros", ha explicado el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia, quien ha tenido un recuerdo para "los 33.000 fallecidos y para los trabajadores de la salud que se ha esforzado increíblemente".

"Hoy parece una conquista si pensamos en las condiciones de hace unos meses. Lo hicimos con el sacrificio de todos, recordando que tenemos que hacerlo sabiendo que el virus vive aún con nosotros", afirmó el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia, quien no olvidó a "los 33.000 fallecidos y a los trabajadores de la salud que se ha esforzado increíblemente".

También se trata del primer día de reapertura de las fronteras sin la necesidad de cuarentena para los ciudadanos de los países Schengen, por lo que se ha intensificado la vigilancia en los aeropuertos como el de Fiumicino, en Roma. En el aerodromo de la capital hay previstos para hoy 100 vuelos entre salidas y llegadas, de los cuales unos 60 en rutas nacionales, y de estos, unos 20 hacia y desde el norte de Italia. También se han reanudado los vuelos de Air France y KLM, y también los de Alitalia a Nueva York. Igualmente, hoy ya hay previsto un vuelo Roma-Barcelona y mañana, un Roma-Madrid.

Circulación sin condiciones

Después de algunas divisiones entre los presidentes de región, sobre todo en el sur y en las islas, que temían la llegada de ciudadanos del norte, donde aún se produce el mayor número de contagios, finalmente se impuso una "circulación sin condiciones", aunque cada región ha elegido medidas para detectar posibles positivos. Por ejemplo, el presidente del Lazio, cuya capital es Roma, Nicola Zingaretti, firmó una ordenanza que establece controles y mediciones de la temperatura de todos los pasajeros que lleguen desde trenes, aviones y barcos. A quienes superen la temperatura de 37,5 se les pondrá en aislamiento y se les realizará una prueba rápida del coronavirus.

En Cerdeña, donde el presidente Christian Solinas quería introducir la obligación del pasaporte sanitario, finalmente se conformará con un registro obligatorio para quienes lleguen a la isla y rellenen un cuestionario que también rastreará los movimientos internos. También en Campania, cuya capital es Nápoles, todos los viajeros que llegan a las estaciones de tren desde otras regiones o en el aeropuerto deberán someterse a la detección de la temperatura corporal y, en el caso de un valor igual o superior a 37,5 grados se les realizará una prueba rápida de covid-19.

En Apulia todas las personas que ingresan desde otras regiones o desde el extranjero, con medios de transporte públicos o privados deben completar el formulario en el sitio web institucional de la región. Las personas deben declarar el lugar de origen y el municipio en el que se hospedan, mantener durante 30 días la lista de los lugares visitados y las personas que se reunieron durante la estadía. Con la libertad de movimientos, desde esta mañana se formaron largas filas de automóviles en Messina, en Sicilia, para poder llegar al continente. También se ha producido un aumento significativo en el número de pasajeros que van a las estaciones principales de trenes en Milán.