Italia se preparaba el viernes a un nuevo confinamiento para frenar el repunte del covid-19. El gobierno italiano, reunido el viernes en gabinete, estaba a punto de anunciar el cierre de escuelas, bares y restaurantes en la mayor parte del país a partir del lunes, mientras los hospitales amenazan con verse desbordados.

Italia, que esta semana superó la barrera de las 100.000 muertes por el virus, vive un fuerte aumento de contagios y decesos, en gran parte debido a la variante británica, según los médicos.

Aunque el país puso en marcha su plan de vacunación a finales de diciembre, las entregas se han ralentizado considerablemente y solo 1,8 millones de personas --de una población de 60 millones-- habían recibido dos dosis de vacuna hasta el viernes.