El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado esta noche un nuevo confinamiento para Inglaterra similar al impuesto en marzo en el inicio de la pandemia, debido a la expansión de las infecciones por la nueva variante del virus. El confinamiento se mantendrán hasta principios de marzo, siempre y cuando las condiciones lo permitan, ha dicho Johnson en un mensaje a la nación.

El confinamiento total incluye el cierre de las escuelas, que debían haber comenzado este lunes. Ante el "riesgo de que los servicios de sanidad se vean superados", se impondrá a los habitantes quedarse en casa salvo para cuestiones básicas a partir del miércoles y al menos hasta mediados de febrero, precisó. Escocia había anunciado poco antes un confinamiento total desde medianoche y durante todo enero", ha explicado.

Riesgo de colapso

Ante el "riesgo de que los servicios de sanidad se vean superados", se impondrá a los habitantes quedarse en casa salvo para cuestiones básicas a partir del miércoles y al menos hasta mediados de febrero, precisó. Escocia había anunciado poco antes un confinamiento total desde medianoche y durante todo enero. Las nuevas medidas, que entrarán en vigor esta misma madrugada, incluyen el cierre de los centros educativos y el teletrabajo, a menos que sea imposible trabajar desde casa o se trate de trabajos esenciales.

La decisión de Londres coincide con la anunciada horas antes por la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, de confinar su territorio también a partir de esta medianoche ante el incremento de casos como consecuencia de la nueva variante británica del coronavirus. La medida estará vigente hasta finales de mes, aunque Sturgeon no descartó que pueda prolongarse si los datos no mejoran.

"Solo se podrá salir de casa por motivos esenciales", declaró la dirigente escocesa en sede parlamentaria, y habrá que "trabajar desde casa siempre que sea posible". El sector de la construcción y de la manufactura podrá seguir abierto, bajo continua revisión por parte del Gabinete. Además, la reapertura de colegios y centros educativos, prevista para el 18 de enero, se retrasa hasta el próximo mes de febrero, con revisión a mediados de mes. Sin embargo, las competiciones del deporte profesional, y especialmente la Premier League, continuarán su actividad.

Nueva vacuna

Además, este mismo lunes el Reino Unido ha iniciado la administración de la vacuna de Oxford/AstraZeneca. Brian Pinker, de 82 años, fue la primera persona en recibir el nuevo fármaco. La enfermera jefe del hospital Churchill de la Universidad de Oxford fue la encargada de administrar la inyección con la que se abre una nueva etapa en la vacunación masiva contra el coronavirus en el Reino Unido, donde las primeras inoculaciones comenzaron el pasado 2 de diciembre. Desde entonces se ha suministrado más de un millón de dosis de la vacuna de Pfizer.

AstraZeneca ha depositado en seis hospitales de Inglaterra 535.000 dosis, en una primera entrega. La farmacéutica se ha comprometido a facilitar dos millones de dosis a la semana, que se van a comenzarse a distribuir inmediatamente por todo el país y será administrada en miles de dispensarios, ambulatorios y centros de vacunación especialmente acondicionados.

El Gobierno ha alterado el plan original de vacunación. Las autoridades han decidido que, entre la administración de la primera y la segunda dosis, en lugar de los 21 días previstos, la pausa se extienda a 12 semanas.

Retraso

La razón de este retraso es intentar inyectar la primera dosis al mayor número de gente posible, a fin de lograr un cierto grado de inmunización colectiva para frenar el número imparable de contagios que hay en este momento en el país debido a la nueva cepa del virus. El pico de la tercera ola aún no se ha alcanzado, pero la situación está fuera de control, con un nuevo récord de 58.784 nuevos casos el lunes y casi 24.000 hospitalizados. El sistema sanitario se enfrenta a una situación mucho peor que en la pasada primavera, de ahí que la única esperanza sea la vacunación masiva.

Ante esta situación de emergencia nacional hay incluso quienes han pedido, como el exprimer ministro Tony Blair, que se pongan puntos de vacunación por todo el país similares a los que se abren para votar en las elecciones, en escuelas, en iglesias, en centros sociales o deportivos. Otra sugerencia informal es utilizar a los veterinarios para poner las inyecciones, algo que no requiere grandes conocimientos y que ellos practican cada día. Hay 30 millones de personas en el Reino Unido en el grupo prioritario de vacunación, por edad avanzada o por vulnerabilidad de otro tipo. Incluso con dos millones de inoculaciones a la semana, no parece posible que todos ellos puedan estar vacunados para Semana Santa como es el objetivo del Gobierno.