Juan Martínez Hernández (Leganés, 51 años) es un médico y epidemiólogo de reconocido prestigio que ejerció de director general de Salut Pública de la Comunidad de Madrid bajo las presidencias Cristina Cifuentes y Ángel Garrido. Isabel Díaz Ayuso, la actual presidenta, lo cesó para nombrar a Yolanda Fuentes, el alto cargo que dimitió al estar en desacuerdo con las prisas de la Comunidad en la quería realizar la desescalada. De haber seguido en su cargo y a juzgar por lo que opina de cómo han afrontado la pandemia Madrid y España, él también se hubiera ido. Cree que Europa se ha equivocado al no seguir el modelo de los países asiáticos.

-¿Qué nos ha pasado para encabezar en Europa la segunda ola de la epidemia?

-En el proceso de desescalada y desconfinamiento de abril y mayo la infección no fue erradicada. No se persiguió cada caso y sus contactos de un modo vehemente sino que se consideró que era normal ese remanente de casos. Inmediatamente, tras el final del Estado de Alarma, el presidente del Gobierno nos animó a perder el miedo y reactivar la economía. No quedó ninguna actividad prohibida o limitación. Cuando empezaron las señales de alarma se dijo que las infecciones ahora eran muy leves y no había ningún problema, ni era una segunda ola.

-En otros países europeos también está creciendo la transmisión. Francia se nos acerca en número de contagios mientras que Gran Bretaña ya habla de segundo confinamiento. ¿Qué ha hecho mal el continente?

-Todo el hemisferio Occidental ha considerado al nuevo coronavirus un patógeno del grupo de riesgo 2 o como máximo 3. De ahí la insistencia en que "esto es como una gripe", "hay que aprender a convivir con el virus", o mezclar pacientes covid y no covid en hospitales generales. Es una terrible insensatez.

-Macron acaba de decir que no tomará más medidas precisamente porque hay que convivir con el virus, algo que han dicho en España casi todas las autoridades.

-La pandemia funciona como un incendio, arderá siempre que haya combustible. Es decir siempre que haya personas susceptibles. Si algo se quema en casa, todo está en peligro, no te puedes poner a ver Netflix en el salón. Macron se equivoca, se ha convertido en Boris Johnson, justo antes de enfermar gravemente. Su país perderá, de nuevo, decenas de miles de vidas. Por eso no se entiende que los familiares de los fallecidos ni puedan presentar una querella, porque alguien la va a desestimar, sin entrar a trámite.

-¿Porque en Asia varios países han logrado liberarse por completo del virus? No sólo China, sino varios países democráticos.

-Para el hemisferio Oriental, este microorganismo es un agente como la viruela o la peste, del grupo de riesgo 4, de acuerdo al manual de bioseguridad de la OMS y el RD 664/1997, contra el que no hay vacuna ni tratamiento, y se emprende contra él una guerra sin cuartel, empleando medidas de contención muy duras, pero muy eficaces, incluyendo el 'lockdown' confinamiento total, lo que les ha permitido reanudar su vida social y su economía. Por ejemplo, ellos nunca dan altas a domicilio a pacientes con PCR+. Nosotros sí. Los mantienen en centros monográficos hasta que su PCR se negativiza. Y exigen una PCR de las últimas 48 horas a los viajeros extranjeros.

-Usted advirtió en enero que se estaba minusvalorando el riesgo del coronavirus y en mayo de la llegada de la segunda ola. ¿Qué deberíamos hacer ahora?

-La consideración del virus como un agente con el que se puede convivir es un error. Se trata de la mayor amenaza para la salud y la vida de varias generaciones. La respuesta no está a la altura. Un nuevo 'lockdown' es imprescindible para toda España. Pero no para hacer lo mismo que en mayo, sino para preerradicar la infección, y vigilar en adelante cada caso que ha de ser aislado en un centro monográfico hasta que tenga 2 PCR negativas consecutivas, y de cada contacto que ha de estar en cuarentena obligatoria. Los protocolos siguen siendo nefastos. Por ejemplo exigen 15 minutos de contacto para considerar a una persona como contacto estrecho. Lo cual excluye de facto del rastreo al encuentro de ascensor o de portal, o al camarero del bar que nos puso el café.

-Algunas comunidades como Aragón y Cataluña, que vivieron fuertes rebrotes en julio paracen tener el virus bajo control. ¿Aquí también sería necesario aplicar el cierre total?

-Parece. Ese es el pequeño gran detalle. En cuanto que haya condiciones climáticas peores, transportes públicos abarrotados, etc. se desbordará. Sí, por supuesto, se tenían que haber tomado ya medidas del tipo 'lockdown', breves pero intensas, resetear en todo el país y empezar a hacer las cosas bien.

-¿Le parecen adecuadas las medidas de confinamientos selectivos que ha implantado la Comunidad de Madrid?

-No. Son absurdas epidemiológicamente y socialmente dañinas. Debe haber medidas para toda la Comunidad de Madrid.

-Usted que ha sido reponsable de Salud Pública de la Comunidad de Madrid. ¿Que sintió cuando vio que Madrid llevaba a los tribunales al Gobierno porque no le permitía acelerar la desescalada, cuando ve que no tiene los rastreadores necesarios y que la asistencia primaria está colapsada?

-El presidente Torra dijo que con la independencia de Cataluña la pandemia se habría gestionado mejor. Se han hecho y dicho cosas, por toda España, que pasarán a los libros de historia como ejemplos de lo que no hay que hacer. Si me pregunta por la política sanitaria en relación a la Covid-19 emprendida por la Comunidad de Madrid, le digo que para mi es incomprensible. Y lo digo con mucho dolor y preocupación.

-¿Y cuando oye que durante el curso se van a contagiar casi todos los niños, como dijo Ayuso?

-No se puede decir algo así. Procede de la idea falsa instalada en el hemisferio Occidental de que la inmunidad de grupo es inevitable y hasta conveniente. La inmunidad de grupo costará a Europa millones de vidas.

-Parece que el Gobierno de Madrid no ha escuchado la voz de sus propios especialistas. Su sucesora de Salut Pública dimitió y el llamado zar del Covid, Antonio Zapatero, ha sido desautorizado esta semana.

-Desconozco los detalles.