ANA MILLÁN. Estudiará medicina

Ana Millán acudirá este martes al pabellón de su instituto La Azucarera para realizar la selectividad más extraña en sus 45 años de historia. Desde que empezó el curso tuvo claro que quería estudiar Medicina en la Universidad de Zaragoza. La pandemia no le ha hecho cambiar de opinión: «A raíz del coronavirus me han entrado más ganas de estudiar medicina. Ver al personal sanitario enfrentándose al virus me ha hecho reafirmarme en mi decisión. He visto que realmente son fundamentales para la sociedad».

La grave crisis sanitaria le ha hecho darse cuenta que en España el personal sanitario no está tan valorado como debería: «Estos últimos días estamos viendo protestas y manifestaciones de los sanitarios para reivindicar su papel y exigir más recursos para sanidad. Lo que ha pasado estos meses no debe caer en el olvido».

A pesar de haber tenido más tiempo para estudiar y una selectividad más flexible, cree que la dificultad es la misma ya que la competencia por entrar en las carreras será mayor que otros años. «No hay tiempo para relajarse», afirma mientras sostiene que han sido meses realmente duros y de mucho desgaste mental para todos ellos. Ahora es la hora de la verdad.

FABIOLA LACUEVA. Tutora de Bachillerato

Fabiola es profesora de Química en el instituto Eláios de Zaragoza. Además fue tutora en Segundo de Bachillerato durante la pandemia. «No ha sido fácil para ningún alumno. El caso de los de segundo de bachillerato ha sido más complicado porque son conscientes de lo que se juegan», explica Fabiola.

En relación a los profesores, afirma que «la situación fue un reto porque hubo que improvisarlo todo en un fin de semana». Asimismo, Fabiola agradeció la autonomía digital que demostraron sus alumnos, una ventaja que se notó favorablemente, según la profesora.

Una de las consecuencias que ha provocado la flexibilización de bachillerato ha sido el incremento en el número de alumnos que se presentarán a la Evau. «Tengo casos de alumnos que por su rendimiento no se planteaban ir a la selectividad, pero como han visto que finalmente han podido conseguir el título han decidido presentarse».

Por otro lado, Fabiola cree que la mayor inseguridad para los alumnos es el hecho de no haber hecho un examen presencial modelo Evau, más que la carencia de un temario concreto.

SONIA CORTÉS. Quiere hacer magisterio

Sonia Cortés quiere estudiar Magisterio. Y este año se ha empleado a fondo con la ventaja de que la cuarentena le ha permitido mejorar su rutina de estudio. «Me ha cundido bastante más porque me organizaba yo a mi manera, nadie me interrumpía y avanzaba más rápido las materias». Lo que sí ha notado es el cambio en la interlocución con los profesores. «Nos ayudaban en todo pero es distinto tenerlos en una pantalla a tenerlos en clase y decirles: oye me pasa esto, explícamelo».

En los próximos días Sonia va a afrontar los exámenes de la selectividad. A ella los nuevos formatos le gustan más. «El miedo que tenía era que en la opción A, como estaba antes, me supiese tres preguntas pero no las otras dos y que en la opción B me pasase lo mismo. Pero con el modelo actual, que es como una batalla de preguntas y tú eliges, eso no pasa».

Como futura maestra espera que en la universidad enseñe métodos para impartir clase sin necesidad de estar físicamente. Sin embargo, ella ha podido constatar que «muchos profesores no entendían esto de hacer videollamadas. A muchos se lo hemos tenido que explicar nosotros», apunta esta estudiante.

SHEILA CASTILLO. Futura contable

Sheila Castillo se presenta a selectividad para acceder al grado de Finanzas y Contabilidad. Las clases online no han facilitado su tarea. Ella asegura que ha disminuido su rendimiento, sobre todo en cuanto a horas de estudio. «Creo que durante la cuarentena estaba más horas sentada en el escritorio que aprovechando el tiempo. Tenía que mirar el tema desde cero, no había una explicación previa del profesor». Por este motivo, las dudas se han disparado durante la preparación. «Creo que tenía el doble de dudas. Tenías que partir de cero e intentar explicártelo y aprendértelo tu sola y no es lo mismo preguntarle una duda al profesor en clase que hacerlo en el Google teams».

Su opinión respecto a los nuevos formatos de los exámenes de la selectividad es diferente a su experiencia con las clases en línea. En este sentido, Sheila sostiene que con la situación tan atípica que se está viviendo «han intentado ayudarnos, nos han facilitado de alguna manera el poder hacer ese tipo de examen para poder sacar más nota». Esta estudiante, como muchos otros jóvenes, confía en que de una u otra forma pueda salir airosa.