El aragonés José Luis Yzuel preside desde hace casi tres años la Federación Española de Hostelería, un sector que pasa en estos momentos por una situación muy delicada como consecuencia del coronavirus. Procede de Sariñena y representa la cuarta generación de una saga ligada a este sector, en el que cuenta con una larga trayectoria. En la actualidad cuenta con varios restaurantes y salas de espectáculos en Zaragoza y Madrid.

-¿Cómo está viviendo la hostelería la crisis desatada?

-Con mucha preocupación, como no puede ser de otra manera. Es una situación que no se había producido jamás en la vida. Estamos hablando, junto con los hoteles, de más de 700.000 establecimientos cerrados y 1,7 millones de trabajadores en vilo. La preocupación es extrema entre los profesionales del sector.

-¿Queda algo abierto?

-Ha habido pequeñas aclaraciones en las medidas decretadas y sí se permite abrir a los establecimientos que prestan servicios en carretera, ya que son necesarios para los camioneros que deben trabajar. También se ha mantenido parte del delivery (comida a domicilio), pero tengo la sensación que está sufriendo un bajón importante de la actividad porque la gente ha comprado en los supermercados en grandes cantidades. Pero es algo testimonial, prácticamente todo está cerrado.

-¿Qué consecuencias va a tener para este motor económico?

-Todavía no las podemos prever. Confío en que pase pronto y que, cuando acabe, abramos la totalidad de los establecimientos que hemos cerrado por decreto. La hostelería es capaz de conseguirlo porque una de sus grandes virtudes es la flexibilidad que tiene. En pocas semanas trataremos de normalizar la situación. Ahora bien, todo dependerá de qué restricciones haya y de que el consumo vuelva con fuerza, como esperamos que sea.

-¿Cuándo cree que se producirá la vuelta a la normalidad?

-Es pronto para saberlo. Esa es la gran incertidumbre, lo que genera más tensión y nervios en el sector. Lo más grave que nos está pasado ahora es que no tenemos una fecha fija de cuándo podremos volver a abrir. No hay un calendario claro.

-La campaña de Semana Santa ya no tiene solución.

-Hay que darla ya por descontada y no se podrá recuperar. Para muchos territorios va a ser una pérdida muy grave porque es temporada alta.

-¿Todo el sector va a recurrir a los ERTE?

-La inmensa mayoría va a tener que hacerlo. Las empresas lo han resuelto los primeros días con libranzas pendientes o vacaciones, pero como esto se alarga no queda otra que hacer un ERTE.

-La hostelería cuenta con más de 300.000 autónomos, ¿en qué situación queda este colectivo?

-Ha habido una cierta confusión que creo que se va a aclarar. Es la reivindicación que hemos hecho insistentemente: es fundamental proteger a los autónomos. Aunque no sé ha aclarado suficientemente, creo que se va a conseguir que no paguen la cuota de alguna manera. Cuando se legisla de manera precipitada, siempre quedan flecos que tenemos que resolver y que vamos a reclamar. También colea el tema de los alquileres de los locales o los problemas de financiación.

-¿Está satisfecho con las medidas aprobadas por el Gobierno?

-No están mal. La música suena bien pero siempre hay letra pequeña que hay que corregir, como las medidas de financiación que no sirven para empresas pequeñas. Vamos a pedir que se mejoren las ayudas y se corrijan las cuestiones que están mal planteadas. La verdad es que la comunicación con el Gobierno está siendo muy buena. Tenemos la suerte de tener a la ministra -Reyes Maroto- más competente del gabinete. Es cercana, competente y valida y nos consta que está trabajando.

-¿El sector logrará renacer tras este varapalo?

-Soy positivo. Somos un sector muy flexible y que sabe adaptarse a cada momento con esfuerzo e ingenio. Por eso, confió en que salgamos de esta lo antes posible. Hay ganas de recuperar el espacio perdido. Y estamos ya pensando en el día después. Lo primero que hay que reactivar es el turismo de interior, que es el más cercano y que con más fuerza responde. Cuando llegue el momento habrá que activar campañas para reactivar la demanda.