Las elecciones autonómica del 26 de mayo del 2019 dejaron un escenario ambiguo que se resolvió con un pacto inédito en la política aragonesa que unió en un mismo ejecutivo a formaciones de signo muy diferente (o incluso aparentemente antagónicas) como PSOE, Podemos, PAR y CHA. Aquel cuatripartito se marcó como hoja de ruta un documento de 132 puntos que en la actualidad parece papel mojado tras la crisis del covid-19. Sin embargo, sigue siendo válida «la altísima lealtad mutua» que se han demostrado en el año transcurrido desde la sesión de investidura. El presidente del Ejecutivo, Javier Lambán, celebró que todos han primado «las cuestiones de gobierno frente las particulares» y animó a superar las dificultades que se avecinan por la caída de ingresos derivadas de la cuarentena.

La celebración del aniversario en los jardines del edificio Pignatelli de Zaragoza (sede del Ejecutivo) también estuvo marcada por el coronavirus. Mascarillas, distancia de seguridad y comparecencia al aire libre. Las prioridades que se marcaron en su momento han saltado por los aires, aunque no en lo «sustancial», consideró el socialista.

CUADRAR LAS CUENTAS / La batalla contra la pandemia será la tónica de los próximos meses. Y estará centrada tanto en el refuerzo sanitario como en intentar cuadrar las cifras del próximo presupuesto en un «escenario incierto» en el que se han derrumbado los ingresos, tanto los propios como las transferencias. Además, habrá que sacar adelante el pacto para la reconstrucción de la comunidad que espera movilizar 510 millones de euros centrado en revitalizar el tejido productivo.

En poco más de un año de legislatura el pacto de gobierno en la comunidad se ha establecido como una herramienta eficaz, con pocas fisuras. Posiblemente se ha beneficiado de una oposición no demasiado activa con solo tres voces a la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) y otra a la izquierda (IU, que apoyó la investidura). Lambán defendió que el acuerdo se enmarca dentro del Estatuto e insiste que en una situación de pandemia los pactos son «más necesarios que nunca». Así que no descarta seguir profundizando en la vía abierta por el programa de reconstrucción, al que se han sumado todos los grupos (menos Vox), las entidades sociales y todos los ayuntamientos. «Tenemos que reconocer la generosidad y la altura de miras que han demostrado», insistió.

El Gobierno de Aragón está dispuesto a repetir la proeza lograda el pasado mes de diciembre de aprobar los presupuestos anuales «en tiempo y forma». Ahí tendrá que esforzarse al máximo el consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, pues la caída de ingresos y los gastos públicos derivados del covid harán la tarea una misión casi imposible. De hecho, mucho de lo que pase en los próximos meses dependerá de los acuerdos que se perfilen en la conferencia de presidentes autonómicos que se celebra hoy en La Rioja. Lambán acude con dos ideas claras: lograr que todas las comunidades ofrezcan datos unificados de los contagios y reclamar la parte que corresponde al coste de los servicios en las zonas despobladas de los fondos estatales y europeos. Habrá que ver si se mantiene la voluntad de diálogo o se vuelve a evidenciar las diferencias entre las áreas de costa y las de interior.

TRES FASES /_Antes de que el covid-19 trastocara todos los planes, el cuatripartito había logrado un hito significativo en la nueva política. Aprobar su primer presupuesto «en tiempo y forma». Fue el pasado 31 de diciembre, rozando el límite. Consideró ese momento el fin de una primera etapa de gestión en la que se sentaron las bases «de un gobierno aragonesista y que dirigiera a Aragón hacia parámetros sociales, verdes y digitales». Entre los logros de esa fase inicial está la defensa de los servicios públicos y la igualdad de oportunidades; el compromiso con la Agenda 2030 y con la lucha contra el cambio climático; y la implantación de los tres centros de datos de Amazon, entre otras gestoines destinadas a «modernizar la economía y desarrollar los sectores estratégicos» (logística, agroalimentación, energías renovables).

Desde la oposición, en este tiempo se ha culpado al cuatripartito de estar más pendiente de los anuncios y los proyectos a largo plazo que de la gestión del día a día. Sin embargo, la dinámica de la legislatura quedó truncada con la declaración del estado de alarma. Un segunda fase, según Lambán, e la que Aragón ha sido «absolutamente leal al Gobierno de España y contribuimos a combatir el coronavirus con él». A partir de ahí, recordó que desde que el cuatripartito recuperó las competencias «no ha dejado de tomar medidas como las que se adoptaron con las comarcas del Aragón oriental o la comarca central de Zaragoza». También se refirió al incremento de pruebas PCR y a la labor eficaz de rastreo. «A pesar de los problemas, tenemos la sensación de que estamos haciendo lo que debemos», ha recalcó el dirigente socialista, que defendió la labor de transparencia como un factor de salud.

Por último, el presidente consideró «muy relevante» la aprobación de la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica, que ya ha comenzado a ejecutarse con un decreto que moviliza 510 millones del presupuesto y que incluye numerosas ayudas y cuantías económicas para sectores estratégicos. «Ahora trabajamos en el siguiente paso en el desarrollo de esa estrategia: la aprobación del presupuesto 2021, un presupuesto que no va a ser fácil de hacer dadas las circunstancias económicas por las que atraviesa Aragón y España», lamentó.

Las dificultades son más de las que parecen, pues los datos económicos marcan una tendencia negativa en la mayoría de los indicadores. El paro está disparado, el sector turístico se enfrenta a una temporada sin la llegada de extranjeros y los índices de confianza empresarial no acaban de recuperarse. La legislatura no se parece a lo que empezó, aunque se mantengan los compromisos iniciales.

El acuerdo sin demonios

PSOE, Podemos, PAR y CHA han formado un bloque sólido en el que se disimulan las diferencias

Las reglas cambiaron cuando se estaba a punto de superar el 25% de la legislatura. Sin embargo, hasta entonces la «cohesión y la lealtad a pesar de las diferencias» era el mantra más usado para definir las relaciones entre los socios del Gobierno de Aragón liderado por Javier Lambán. Con la voluntad de demostrar «estabilida y solidez», la atípica suma del PSOE, Podemos, el_PAR y CHA logró impulsar proyecto de futuro y ampliar la base de las políticas sociales. Ahora la pandemia del covid-19 s marcará una nueva etapa para la que ya se pide «redefinir objetivos», según indicó el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro (CHA). «El Aragón de hoy no se parece al de hace un año», asumió.

La función del PSOE en estos meses ha sido la de aglutinar un pacto «transversal» que garantiza «la estabilidad social y política». Los recelos entre socios han sido disimulados perfectamente y solo se intuyen en la superficie en irónicas referencias al pasado, según recordó el presidente del PAR y consejero de Industria, Arturo Aliaga. «Los que me pedían no pactar con los demonios de Podemos han visto que hemos encajado perfectamente», celebró .

Aliaga explicó que la misma noche electoral mantuvo con Lambán una conversación «sencilla pero suficientemente importante» para derivar en este pacto que cumpliendo con las leyes de la química tuvo como catalizador el Estatuto de Autonomía. «Estamos ante un cuatripartito que es transversal, compacto y permeable, que gobierna para los aragoneses y que aunque al principio no se entendió, está perfectamente engrasado», aseguró.

La consejera de Ciencia, Maru Díaz, recogió con elegancia la cita del vicepresidente y recordó que se ha antepuesto «el interés general» de los aragoneses. «Las cuatro fuerzas, que a priori no habrían tenido mucho que vez hace unos años, han demostrado su solidez y compromiso, remando juntas, y han despejado las dudas que el cuatripartito podía suscitar, sabiendo dar la cara y liderar el diálogo sin eludir las diferencias», explicó.

Soro consideró que ante los asuntos que les enfrentan (como puedan ser las decisiones sobre agua o en cuestiones de desarrollo ambiental) han tratado de primar la «lealtad». Ya lo demostraron en la pasada legislatura, en la que compartieron casi sin fricciones el camino con el PSOE.

El que fuera presidente de CHA enfatizó que el cuatripartito «es reflejo de la capacidad de pacto que siempre ha sido la esencia de Aragón» y que el reto que están superanto tiene que ver con mantener «un solo Ejecutivo cohesionado y no cuatro minigobiernos». Ahora llega el momento de gestionar pactos más amplios para la reconstrucción tras el covid.