Un enfrentamiento entre poderes del Estado no es lo más deseable en un momento tan crítico como el actual como consecuencia del covid-19. En un tiempo récord, el presidente del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, criticó a los magistrados a los que mandó a «hacer mascarillas» y ante el malestar provocado en toda la judicatura sin excepción decidió pedir perdón.

Las disculpas fueron, según pudo saber EL PERIÓDICO, por vía telefónica. Lambán descolgó el teléfono y llamó al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Manuel Bellido, quien minutos antes había emitido un duro comunicado en el que lamentaba el menosprecio con el que les había tratado y en el que advertía que «el Estado de derecho no está en cuarentena ni confinado» y justificaba que los juzgados de lo social de las tres provincias atendieran la solicitud del sindicato Fasamet que pidió que los sanitarios de la comunidad dispusieran en 24 horas de los equipos de protección individual necesarios para atender a pacientes con coranavirus.

Fue tal la polvareda que generó en la judicatura que Bellido se vio en la obligación de tranquilizarles y explicarles que Lambán no solo se había disculpado, sino que también había resaltado que «siempre ha mantenido el máximo respeto por el poder judicial, en sus hechos y palabras, como ha puesto de manifiesto durante estos años en la presidencia». El presidente del TSJA le agradeció el gesto y le mostró su comprensión «ante la dificultad de gestionar una situación tan difícil y con gran escasez de medios».

Origen

El origen de la polémica tuvo lugar por la mañana en la visita que el presidente autonómico realizó a la Feria de Muestras de Zaragoza, donde se está levantando un hospital de campaña. A preguntas de los periodistas sobre las resoluciones de los juzgados de lo social de Huesca y Teruel que se unían al de Zaragoza para imponer un ultimátum de 24 horas para que la DGA entregara los EPI que necesita el personal sanitario, Lambán les respondió: «A los jueces les recomiendo que se pongan a hacer mascarillas y a lo mejor de esa forma podríamos suministrar material». Y a los denunciantes, es decir, al sindicato médico Fasamet, «que tengan mas alturas de miras y se dediquen a arrimar el hombro y no a poner palos en la rueda».

El presidente reconoció problemas de abastecimiento y explicó que tanto el Gobierno de España como el de Aragón están haciendo todo lo posible para conseguir más material pero, recalcó que España no es el único país que está tratando de comprar al material lo que está generando un colapso. La DGA desde el inicio ha insistido en que todo el material que le llega o el que tiene lo entrega. Ejemplo de ello fueron las 756.000 mascarillas quirúrgicas que distribuyeron antes del primer ultimátum judicial y que fueron entregadas por la empresa Proclinic.

Desde el PP, su portavoz en las Cortes de Aragón, Mar Vaquero, afeó las palabras de Lambán y le instó a pedir disculpas. A través de su cuenta en Twitter, Vaquero ironizó con que «Lambán ha encontrado la forma de que en Aragón se resuelva la falta de material que expone al personal sanitario todos los días» «Así se despacha, por recordarle que tiene que cumplir la ley», finalizó.

Contestación sindical: "Nos jugamos la vida por falta de previsión"

Tras conocer las palabras de Lambán, los sindicatos médicos de Aragón pidieron al presidente que «rectifique de inmediato sus desafortunadas palabras y pida disculpas a nuestros colectivos».

CESM Aragón y Fasamet mostraron su indignación por estas declaraciones y expresaron que «es inconcebible pedirnos que arrimemos el hombro cuando lo estamos dando todo y jugándonos la vida sin adecuados equipos de protección por la falta de previsión del Gobierno de Aragón», aseguró Leandro Catalán, portavoz de los sindicatos. Para él, las palabras de Lambán son una «irresponsabilidad» y criticó que «siguen sin dotarnos de medidas suficientes de protección».