Aragón será desde este viernes, de nuevo, un territorio sin fronteras ni controles de tráfico en los límites provinciales. Después de cuatro meses de las tres provincias aragonesas, el presidente aragonés, Javier Lambán, anunció este miércoles la reapertura de las provincias, por lo que los aragoneses podrán circular libremente a partir del viernes entre Huesca, Zaragoza y Teruel.

Una ansiada liberalización de las restricciones sanitarias que, por otro lado, es la única que recogerá hoy el Boletín Oficial de Aragón. La DGA mantiene como hasta ahora las limitaciones de aforos en hostelería y comercio, el límite de reuniones sociales en 6 personas, el toque de queda a las 23.00 horas y el confinamiento de la comunidad. Estas medidas se mantendrán, previsiblemente, hasta que entren en vigor las de Semana Santa el próximo 26 de marzo.

Aragón era hasta ayer la comunidad autónoma de todo el país que acumulaba más tiempo --cuatro meses-- con sus provincias cerradas, pero la mejoría sustancial de la situación epidemiológica de las últimas semanas ha llevado al Ejecutivo a levantar los cierres.

La condición «indispensable» que había marcado Sanidad, que la incidencia acumulada fuera similar en los tres territorios, se cumplía desde hace días. Sin embargo, Lambán avisó de que si las cifras vuelven a traspasar las líneas rojas «se volverán a tomar las decisiones que sean necesarias». «No es el momento de bajar la guardia», subrayó.

"Posibilidad real" de rebrotes

De hecho, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, reconoció que «la posibilidad de rebrotes es real» después de recuperar la movilidad entre provincias y tras los festivos de Semana Santa. Por eso, volvió a llamar a la «responsabilidad individual» para hacer frente a la expansión del virus.

Con la incidencia acumulada similar en las tres provincias, Repollés destacó que «era el momento» para abrir los confinamientos perimetrales. A día de hoy, Huesca tiene una incidencia de 79 casos por 100.000 habitantes; Teruel, 48 casos por 100.000 y Zaragoza 72 casos por 100.000 habitantes. Desde mediados de julio, la comunidad no contaba con una incidencia tan baja. No obstante, la titular de Sanidad reconoció que «está en el tintero» que se pueda producir una nueva ola, aunque manifestó su esperanza en que con la evolución de la vacunación, esta sea «mucho menor que las anteriores».

La comunidad notificó ayer 171 nuevos casos de coronavirus, la mayoría (140) en la provincia de Zaragoza, seguida por Huesca (22) y con tan solo siete nuevos positivos en la provincia de Teruel. La tasa de positividad volvió a situarse por debajo del 7% y se notificaron 336 altas epidemiológicas. Hay todavía 301 personas ingresadas con coronavirus en los hospitales aragoneses, de los que 61 se encuentran en unidades de cuidados intensivos (tres menos que en la jornada anterior).

La comunidad empieza a ver «la luz al final del túnel un año después de que empezara la pandemia», dijo ayer Lambán. El presidente aragonés se atrevió a dibujar un horizonte «más esperanzador» sobre todo «por el efecto positivo de la vacunación» y destacó que las cifras «van bien». Pero reiteró que «el virus sigue entre nosotros hasta que no se logre la inmunización» y llamó a la prudencia de los ciudadanos y a respetar las normas sanitarias. Por eso, insistieron Lambán y Repollés, si se detecta que los datos de contagio suben, se volverá a limitar la movilidad en la comunidad. Aragón afronta la cuarta prueba de fuego desde que estalló la pandemia.

El presidente ha anunciado el desconfinamiento de las tres provincias en una comparecencia pública desde el Pignatelli en la que ha hecho balance del primer año de pandemia en Aragón. En la misma ha querido recordar a las más de 3.300 personas que han perdido la vida en la comunidad como consecuencia del covid, y ha mandado un mensaje de solidaridad a sus familias. Los contagios en este año de pandemia han sido casi 110.000. La comparecencia protagonizada por Lambán y Repollés ha comenzado con la emisión de un emotivo vídeo que se puede ver en este enlace.