«Todos los políticos tenemos una deuda moral inmensa con la sociedad que tenemos que intentar pagar, y la mejor forma de hacerlo es estar a la altura de las circunstancias y dejar atrás ese instinto guerracivilista que parece que siempre acompaña a la política española, y ponernos a trabajar con unidad de acción». Con estas duras palabras, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, criticó ayer la escalada de la crispación y el desencuentro en la política nacional. Un clima de reproches y ataques entre las distintas fuerzas políticas, entre la oposición y el Gobierno central que, para el líder socialista aragonés, «se parece más a una pintura negra de nuestro paisano Goya, en concreto, a la lucha a garrotazos entre dos energúmenos».

Y no ocultó su «orgullo» por que la situación en Aragón sea bien distinta a la que se vive en el Congreso, con una oposición «leal» y con una cooperación de todas las fuerzas políticas y agentes sociales que se hace patente en la amplia mesa de actores participantes en el plan para la Recuperación Social y Económica de Aragón. «Ojalá no quebremos la unidad en Aragón», casi suplicó.

El presidente aragonés consideró que le parece el momento «acertado» para rendir homenaje a las víctimas con la declaración del luto nacional durante diez días, y recordar a todas las personas que han hecho posible con su dedicación salir adelante en esta crisis. Por eso, anunció que se reunirá con el presidente de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP) para analizar de qué modo se puede hacer llegar este periodo de luto y estos actos de reconocimiento a las víctimas «a todos y cada uno de los municipios aragoneses».

Pero Lambán advirtió que un acto de esta naturaleza no puede convivir con la situación de enfrentamiento social y político existente. Por ello, insistió, la mejor forma de responder al compromiso de la sociedad durante esta pandemia, es «dejarnos de motivos estúpidos y abandonar el instinto guerracivilista, poniéndonos a trabajar alrededor de una mesa con unidad de criterio de acción».

Y respecto a las caceroladas del último fin de semana y los enfrentamientos que en ellas se produjeron, Lambán consideró que «todas las fuerzas políticas, unas más que otras, habríamos de hacer esfuerzos serios para rebajar la tensión. Con la actual tensión en la política nacional es imposible reconstruir este país», lamentó. Y «desde luego», aseguró, «los ciudadanos no se merecen esto».

Derogar la reforma laboral «no es planteable» para el líder aragonés

Sobre el pacto firmado esta semana por el PSOE con Bildu para la derogación de la reforma laboral, el presidente aragonés recordó las palabras de la ministra de Economía, Nadia Calviño, y afirmó que «no es planteable porque hay que producir seguridad en Europa y a los inversores», además de que se tiene que dar «en el marco del diálogo social». En este sentido, incidió en que España en este momento necesita «una seria implicación» de los partidos y agentes que creen en ella y «en la unidad constitucional», por lo que abogó porque los pactos se tienen que producir «entre esas fuerzas políticas», si bien evitó ir más allá en su valoración de la política de pactos que realiza el Ejecutivo de coalición.