Javier Lambán defendió ayer que la dimisión de la ya exconsejera de Sanidad, Pilar Ventura, «no fue un cese encubierto», y que, de hecho, si fuese por él, no la hubiese despedido. A su juicio, Ventura hizo una «gran labor» al frente de la gestión sanitaria, pero tuvo que aceptar su dimisión.
Así contestó el presidente a una de las preguntas de los lectores en el webinar organizado por EL PERIÓDICO, sobre si había tardado mucho en dejar de contar con la exconsejera. «Yo no hubiera cesado a Pilar Ventura. Ella cometió un error y lo reconoció, era un error de expresión verbal que en un momento de tanta tensión como ella estaba viviendo puede ser comprensible. No disculpable», puntualizó, «fue grave, ofendía al personal sanitario y entendí su reacción. Pero yo pensaba que por un error de expresión no se podía cesar a una consejera que lo estaba haciendo bien. Además en mitad de una pandemia, no era lo más recomendable», consideró.
Además de la cuestión sobre la consejera, el área sanitaria y asistencial fue una de las grandes protagonistas entre las preguntas de los lectores. Insistieron, por ejemplo, en qué se había hecho mal para que hubiese habido tantos fallecidos en las residencias de ancianos.
Al respecto Lambán recordó que el virus se ceba especialmente con los mayores y pacientes pluripatológicos, condiciones habituales de los internos en residencias. Y apuntó también que Aragón tiene un alto porcentaje de población interna en estos centros, «por ejemplo, tenemos la mitad de plazas que en Madrid, cuando allí son cinco o seis veces más ancianos», expuso. Y aún así, la tasa de letalidad en residencias ha sido inferior a la media estatal.
El presidente recordó, en cualquier caso, que al llegar al Gobierno «ya cerramos 21 residencias porque no cumplían las condiciones» adecuadas, y tras la pandemia han detectado «algunos fallos que tenemos que corregir». Esta corrección pasará por un modelo asistencial «mejor avenido con la sanidad», al estilo de los centros covid, un «experimento» de derechos sociales que ha funcionado «de maravilla», y por ello se mantiene.
Lambán garantizó también, ante otras cuestiones, que seguirán profundizando en el acopio de material de protección sanitario, que actualmente sería para cuatro meses, y defendió que, aunque «no seríamos un Gobierno progresista si estuviéramos satisfechos», lo están razonablemente con la respuesta sanitaria durante la pandemia, ya que el sistema público «no ha tenido que recurrir a la sanidad privada ni a recursos externos» para superar lo más duro de la pandemia ni se han colapsado los hospitales. Lo que no pudo precisar es el gasto sanitario, más allá de los 6 millones de euros que costó el material que logró la CEOE (a quien volvió a agradecer su gestión), los 5 millones de los hospitales de campaña o los 400 millones en los que se calcula el coste de la pandemia por parte de Hacienda.
COLEGIOS
En cuanto a la Educación, otro de los grandes temas, Lambán prácticamente descartó que se vaya a ampliar la jornada continua en los centros, como demandaban algunos lectores. «No me consta que el consejero (Felipe Faci) tenga previsto nada al respecto», expuso, apostando por un comienzo de curso «lo más parecido posible» al pasado. Una organización que pasará por grupos aislados en Infantil y los primeros cursos de Primaria, para que no tengan que usar mascarilla, y puede que por la contratación de profesores, si es necesaria. «Este Gobierno no tiene que empezar a invertir en construir centros y contratar profesorado porque lleva cinco años haciéndolo», afirmó, recordando que las ratios de alumnos son inferiores a las de la media estatal.
En cuestiones económicas, expuso que no va a haber un plan específico de ayuda a la automoción, a imitación del estatal, porque ya llevan dos años lanzando subvenciones, tanto «a la matriz, que es PSA, como a las empresas auxiliares», para I+D. También afirmó que las ayudas para autónomos se lanzarán «ya», y además ha insistido en que sean con carácter «retroactivo», para los gastos que tuvieran que acometer durante toda la pandemia.
