En estos días, el eurodiputado y vicepresidente del grupo liberal Renew Europe en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, trabaja a pleno rendimiento contra los efectos económicos de la pandemia. La reciente sentencia del Tribunal Constitucional de Alemania que da un plazo de tres meses al Banco Central Europeo (BCE) para justificar la proporcionalidad del programa de compra de deuda pública del 2015 bajo amenaza de sacar al Bundesbank del programa de compra no ha hecho sino añadir más incertidumbre a la gestión económica de la crisis que queda por delante.

--¿Qué consecuencias tendrá la sentencia del Constitucional alemán sobre el programa de compra de deuda pública del BCE?

--Lo que tendría que suceder es absolutamente nada. Es decir, que el BCE ignore al Constitucional alemán. ¿Se imagina alguien que el TC español se queje de que el BCE no presta suficiente atención al problema del paro en España? El BCE tiene que hacer su trabajo y responder ante el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia Europeo (TJUE), no estar esperando a ver qué dice cada Constitucional.

--¿Existe una total contradicción entre la sentencia del TJUE que avaló la compra de deuda y la del Constitucional de Alemania?

--Es evidente y explícito. El tribunal alemán critica al europeo y dice que su sentencia fue incorrecta, cosa que excede la capacidad del Constitucional

--Ambos coinciden en que sí se puede comprar deuda pública en el mercado secundario

--Sí. El Constitucional lo que añade es que el BCE debe demostrar la proporcionalidad entre el programa que puso en marcha en el 2015 (PSPP). Le da tres meses para que lo demuestre y si no lo logra el banco central alemán, el Bundesbank tendrá que salir del programa. Imaginénse lo que sería para la política monetaria que tu banco central más importante se quede fuera, sin poder hacer compras. Sería un problema.

--¿A qué se refieren con proporcionalidad?

--A las reglas que se venían aplicando hasta ahora: que el BCE no compre más del 33% de ninguna emisión de bonos y a que el porcentaje de compras en cada país obedezca a su clave de capital en el BCE. Es decir, que si Alemania representa el 20% y España el 16%, el volumen de compra de activos se ajuste a esos porcentajes

--¿Podrá justificarlo el BCE?

--Sí. Demostrar que se cumplieron las condiciones de proporcionalidad en el programa del 2015 es fácil. Basta con que los abogados del BCE hagan un papel. Lo que va a ser difícil es poder hacerlo cuando pidan lo mismo para el programa que se ha puesto en marcha ahora contra la pandemia (PEPP).

--¿Por qué?

--El objetivo del programa vinculado a la pandemia pasa por no cumplir esos límites. No limits, ha dicho Christine Lagarde. El Constitucional alemán no ha evaluado este último programa, sólo el del 2015, pero al final de su sentencia abre la puerta a que se apele contra él. Y no cumple los límites. Punto y final. ¿Por qué? porque el objetivo ahora es cerrar esas primas de riesgo y no permitir que se les vaya de las manos y para eso tendrán que comprar más en el país dónde más problemas hay, no tiene sentido comprar en todos en la misma proporción. Si tú piensas que Italia está siendo atacada por los mercados, tendrás que comprar más deuda de Italia. Si no, no vas a poder hacer tu trabajo, con lo cual el conflicto es evidente. O cumples tus objetivos de pm e incumples los límites o al revés, no hay posibilidad de hacer las dos cosas

--Otra cosa es que esos criterios del Constitucional alemán deban vincular o no al BCE

--No debe hacerlo. No se puede conducir una política monetaria si tienes 19 tribunales constitucionales diciendo qué cosas no les gusta. Es muy importante para el BCE ignorarlo y para el Tribunal de Justicia Europeo, reafirmar su autoridad. Ahora bien, en lo que no hay duda es en que el Bundesbank está bajo el orden constitucional alemán, y este puede decirle dentro de tres meses que no participe en el programa de compra de deuda, lo cual dañaría brutalmente la credibilidad de la política monetaria del BCE.

--¿Podría cualquier otro banco central asumir las compras de Alemania?

--En la práctica, sí. Podría pedirse al Banco de Austria o a Banco de España que hicieran esas compras. Pero sería todo un mazazo para el sistema.

--¿Qué recorrido jurídico tiene esta sentencia?

--Pretender colocar al tribunal constitucional de cada país por encima del TJUE tiene un recorrido jurídico de una magnitud enorme. Te puedes cargar el ordenamiento jurídico europeo, si no hay un tribunal de referencia para todos los países.

--¿Y cuál es su alcance político?

--Aquí mi preocupación es enorme. Me preocupa mucho la reacción tibia de las autoridades alemanas frente a una sentencia de su Tribunal Constitucional que deja al BCE en una situación muy delicada.