Mapfre registró un beneficio neto de 527 millones de euros en el 2020, una cifra que representa un descenso del 13,6% respecto al año anterior, tras fortalecer su balance destinando 132 millones de euros al deterioro íntegro de los fondos de comercio de las operaciones en Italia, Turquía e Indonesia, con el objetivo de adaptarse a las nuevas circunstancias de los mercados y "afianzar las bases para seguir creciendo con rentabilidad". Este deterioro no tiene impacto ni en las posiciones de tesorería ni en su nivel de solvencia, según ha informado el grupo asegurador a la CNMV.

Mapfre ha señalado además que el resultado del 2020 está igualmente condicionado por los siniestros derivados del covid-19, que solo en el negocio reasegurador ascienden a 80 millones de euros, y por los terremotos de Puerto Rico, con un coste total de 68 millones de euros. Excluyendo esta siniestralidad extraordinaria y los deterioros del fondo de comercio, el beneficio del 2020 se mantiene estable con un ligero crecimiento (0,2%) sobre el del año anterior en bases comparadas homogéneas.

Bajan los ingresos

Los ingresos del grupo ascendieron a 25.419 millones de euros, un 10,7% menos, en tanto que las primas se situaron en 20.482 millones de euros, un 11,1% menos que en el 2019, consecuencia de la situación económica global derivada de la crisis provocadasanitaria. El coste bruto de los siniestros directamente producidos por la pandemia asciende a 367 millones de euros.

Además del parón de la actividad económica a nivel mundial, la aseguradora ha destacado el impacto de la depreciación de las principales monedas de Latinoamérica, Turquía y Estados Unidos (1.600 millones de euros), la ausencia de la póliza bienal de Pemex emitida en el 2019 (445 millones de euros) y la reducción de primas de Vida-Ahorro en Iberia (755 millones de euros). Sin estos impactos, el crecimiento subyacente habría sido ligeramente superior al 1%.

Asimismo, Mapfre generó un resultado operativo de 658 millones de euros en el 2020, muy condicionado por la crisis en los primeros seis meses del año, y con un resultado "muy sólido" en el segundo semestre generando 388 millones de euros.

El patrimonio atribuible del grupo al cierre del ejercicio 2020 se situó en 8.536 millones de euros y los activos totales se situaron en 69.153 millones de euros.

Por su parte, las inversiones de Mapfre ascendieron a 44.893 millones de euros. El 52,1% de estas inversiones corresponden a renta fija soberana, en tanto que el 18,1% son renta fija corporativa y el 6% del total está invertido en renta variable.

El ratio de Solvencia II a cierre de septiembre de 2020 se situó en el 180,2%, con un 86% de capital de máxima calidad (nivel 1), lo que refleja, según la compañía, un enfoque prudente del balance y una gestión activa de inversiones, así como la "gran solidez y resiliencia" del balance.

Dividendo

Por otro lado, el consejo de administración ha acordado proponer a la junta general de accionistas un dividendo complementario a los resultados del ejercicio 2020 de 7,5 céntimos de euro brutos por acción.

Esta propuesta, que supone una reducción de un céntimo respecto al complementario pagado el año anterior, es, según el grupo, una decisión fundamentada en un análisis "exhaustivo y reflexivo" de la situación de Mapfre y las incertidumbres producidas por la pandemia, no compromete su solvencia futura ni la protección de los intereses de los asegurados, y se hace en el contexto de las recomendaciones de los supervisores sobre esta materia.