La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado este viernes que "el Gobierno no se plantea ni una bajada masiva de impuestos ni una subida masiva de impuestos". El Ejecutivo, ha añadido, solo tiene previsto "dar trámite con celeridad" a su propuesta de creación de dos nuevos tributos que estudia ya el Congreso (los impuestos sobre determinados servicios digitales o 'tasa Google' y sobre transacciones financieras o 'tasa Tobin') y "acelerar la tramitación" de la Ley de Lucha contra el Fraude Fiscal, que está "a punto de entrar" en el Parlamento.

La también portavoz del Gobierno ha estimado que los dos nuevos impuestos podrían entrar en vigor en el último cuatrimestre del año, salvo que los diputados decidan lo contrario en el trámite de enmiendas a los proyectos de ley aprobados por el Consejo de Ministros el pasado febrero. "Especialmente el impuesto digital, porque el de transacciones financieras tiene algo más de complejidad a la hora de ponerlo en marcha, pero tenemos el dispositivo preparado", ha puntualizado.

Hacienda calculó en febrero que estos dos tributos permitirán al Estado recaudar 1.818 millones de euros al año. El ministerio rebajó sus expectativas de ingresos con la tasa digital a 968 millones, frente a los 1.200 millones que incluyó en el fallido proyecto de Presupuestos del 2019. Con el impuesto sobre transacciones financieras, por su parte, Hacienda prevé obtener otros 850 millones.

CAÍDA DE LA RECAUDACIÓN

Durante la rueda de prensa de presentación del Plan de Estabilidad 2020-2021 enviado a la Comisión Europea, Montero ha revelado que el Gobierno prevé que la recaudación tributaria caiga un 5% este año, con descensos del 2,4% en el impuesto de la renta, del 8,7% en sociedades, del 5,2% en el IVA, del 6,5% en los especiales, del 37,9% en trasmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y del 5,75% en las cotizaciones sociales.

La ministra ha asegurado que la recaudación por el IRPF será "menor que en crisis anteriores" gracias a las medidas de "protección de las rentas" aprobadas por el Ejecutivo (prestación del paro para trabajadores afectados por ertes que no hubieran generado el derecho a cobrarla y medidas para los autónomos). En esta línea, ha afirmado que "no está previsto hacer ningún tipo de ajuste en materia del sector público", como una posible rebaja salarial a los funcionarios. También ha afirmado que la reapertura de la actividad económica y de la movilidad favorecerá los ingresos tributarios ligados al consumo en la segunda parte del año.

Montero, asimismo, ha justificado que el Gobierno no apruebe nuevos aplazamientos o exenciones especiales de impuestos, como le reclaman sectores empresariales: "Para poder mantener este nivel de gasto público, para poder hacer frente a los sectores más vulnerables, fundamentalmente los ciudadanos o las pymes y autónomos, es evidentes que también las arcas públicas tienen que recaudar una parte de su previsión de ingresos de principios de año. En cualquier caso, siempre las empresas pueden solicitar los aplazamientos que de forma global contempla la ley general tributaria, y también con los consiguientes recargos en el caso de que así se concedan".