Cuando los niños se salen de la rutina, como cuando están en vacaciones, su energía aumenta debido al aburrimiento y las ganas de jugar. Con la expansión del brote de Coronavirus, los pequeños han visto cómo el día a día se rompía y tenían que quedarse sin ir al colegio como medida de precaución. No siempre saben jugar solos y necesitan la continua estimulación de los adultos. Esto se complica, además, si los padres están intentando trabajar desde casa. Es una combinación que no hay motivo para que acabe saliendo mal.

Cuando los niños están en casa, los padres y los abuelos deben usar su imaginación para ir sacando juegos y dinámicas que les mantengan entretenidos, ya que, aunque usen videojuegos o vean la televisión, suelen requerir la presencia de más personas. Esto puede ayudarnos para potenciar los lazos familiares y pasar más tiempo juntos, algo que no hacemos habitualmente.

DINÁMICAS CON LOS PEQUEÑOS

Ahora que los niños no tienen colegio, son muchas las familias que se ven desbordadas. Se centran en las obligaciones laborales y con los pequeños y olvidan la parte de juegos, donde ellos también pueden desconectar y dejar de pensar tanto en el miedo al virus. Es un buen momento para estar con los niños, como cuando se está de vacaciones, aunque no se dejen de lado las obligaciones.

A través de las siguientes dinámicas, podemos trabajar emocionalmente con los niños y hacer que también estén entretenidos:

1. Etiquetar recuerdos

Una de las formas más fáciles de conectar emociones con hechos con niños pequeños es a través de la fotografía. Podemos sentarnos con ellos e ir viendo fotos hechas con el móvil en el último año. Podemos revivir esos recuerdos e ir cada miembro colocando las emociones que en aquel momento pudo sentir. De esta forma, no solo les haremos pensar sobre las suyas, sino que podremos enseñarles nuevas.

2. El monstruo del miedo

Como el miedo puede ser una de las emociones que estén sintiendo en estos momentos, podemos trabajarlo con ellos desde casa. Les hablaremos de que las emociones negativas son monstruos que a veces se descontrolan pero que quieren ser nuestros amigos. De esta forma, iremos narrando un cuento en el que convertiremos esa emoción en algo positivo pero otorgando recursos para su control, como técnicas de relajación o escuchar música.

3. Tres cosas positivas

Este recurso es muy bueno para usarlo antes de irnos a dormir, un momento para compartir entre todos. Cada miembro debe escoger un total de tres cosas positivas que haya vivido a lo largo del día. Pueden ser elementos afectivos, hechos del trabajo o una comida que hayamos probado. Esto hará que su foco se centre en todas aquellas cosas positivas, no solo al final del día, sino que estarán pendientes en más momentos.

4. La autoestima

¿Qué cosas son las que nos hacen querernos, aquellas que nos gustan de nosotros mismos? La autoestima de los pequeños se centra en la valoración externa y debemos empezar a cambiar ese foco. Les iremos pregunta sobre aspectos físicos y de personalidad de ellos mismos que les gusten. Podemos ir diciendo nosotros también cosas de nosotros mismos para reforzarles.

Los niños tienen una imaginación y una energía que les hace necesitar una estimulación continua. Si suprimimos sus clases y les privamos del contacto con otros niños, necesitarán más nuestra compañía. Es una oportunidad que podremos usar para fortalecer los vínculos familiares.

* Ángel Rull, psicólogo.