Los efectos letales que está teniendo en la economía la crisis provocada por la pandemia de coronavirus empiezan a esclarecerse en cifras. Entre los meses de marzo y abril, Aragón ha perdido cerca de 4.000 empresas y autónomos debido al impacto de la paralización de la actividad que se decretó para frenar la propagación de la covid-19. En concreto, el número de firmas con trabajadores cotizantes a la Seguridad Social ha cerrado abril en 39.399, 1.850 menos que en febrero (-4,5%) y 2.100 por debajo de las que había hace en las mismas fechas (-5,1%). Y los afiliados al régimen de autónomos del Seguro han bajado en 1.913 en estos dos meses marcados por el estado de alarma que entró en vigor el 14 de marzo.

Así lo recoge un informe elaborado por el departamento de Estudios y Análisis de la organización empresarial CEOE Aragón. La caída del número de empresas es tan extraordinaria, que la comunidad retrocede a los niveles que tenía hace 15 años, por debajo incluso del volumen de negocios registrado en los peores momentos de la última crisis económica, en el 2013.

El desplome mensual e interanual del número de empresas se da también, incluso de forma más intensa, en el conjunto del país. Sin embargo, desde CEOE detallan que la evolución del tejido empresarial aragonés ha sido menos favorable en los últimos años que a nivel nacional.

LA AGRICULTURA SE SALVA DEL DETERIORO

Entre las provincias aragonesas, Huesca es la que ha anotado el mayor descenso porcentual del número de empresas cotizantes respecto al mes de febrero (un 4,9% menos), seguida de Zaragoza (-4,3%) y Teruel (-4,2%). En términos interanuales, la mayor caída se registra en Zaragoza (-5,0%), mientras que los decrecimientos en Huesca y Teruel son del 4,9% y el 4,7%, respectivamente.

Por sectores, las mayores tasas de caída se han dado en las empresas de la construcción (-6,8%), seguidas de las de servicios (-5,7%) y la industria (-2,0%), mientras que el número de firmas agrarias ha aumentado (4,6%). Este avance se debe, según los responsable del estudio, a que se trata de una actividad que ha sido declarada esencial en el estado de alarma y por tanto no ha estado sujeta a las medidas de paralización, además de por estar vinculada a los efectos estacionales de las campañas agrícolas.

Respecto a abril del 2019, la construcción es también la que registra el mayor recorte de empresas (-7,1%), seguida de servicios (-6,4%) e industria (-2,2%), mientas que agricultura logra un incremento del 3,8%.

En cuanto al número de afiliados al régimen de autónomos (RETA) de la Seguridad Social, Aragón cerró el pasado abril con 99.099 cotizantes, lo que supone una caída del 1,9% (1.913 menos) respecto a la situación previa al estallido de la pandemia en el mes de febrero. Por provincias, Zaragoza es la que más pierde (un 2,2% menos), seguida por Huesca (-1,6%) y Teruel (-0,9%).

En la evolución interanual, la caída es todavía más acentuada, con la pérdida de 2.908 trabajadores por cuenta propia (-2,9%), pero en esta caso el descenso se debe en gran medida a los procesos de regularización laboral llevados a cabo en el último año en la industria cárnica aragonesa, con los que en torno a 2.000 autónomos han pasado a cotizar como empleados asalariados tras las actuaciones desarrolladas por la Inspección de Trabajo.