Las unidades de cuidados intensivos (uci) de los hospitales aragoneses ya respiran. Hace apenas un mes, el enfermo covid acaparaba estas áreas llegando a triplicar a pacientes de otras patologías. De hecho, el pasado 22 de abril había 103 camas ocupadas por afectados de coronavirus en las uci aragonesas y apenas 36 para otro tipo de pacientes. Ahora, la favorable evolución de la pandemia permite que más de la mitad de las camas disponibles en cuidados intensivos estén libres y, de las ocupadas, apenas 13 corresponden a víctimas del covid-19, es decir, en un solo mes, la ocupación de este tipo de enfermos en las uci ha bajado un 88%.

Poco a poco, los centros hospitalarios retoman aquellas operaciones que tuvieron que ser demoradas como consecuencia de la implacable irrupción del virus. De hecho, los enfermos no-covid que actualmente permanecen en cuidados intensivos (75) suponen el doble que hace un mes (36), aunque el pico de la epidemia se alcanzó el 6 de abril, cuando la ocupación en uci de enfermos contagiados por el coronavirus creció hasta alcanzar los 167.

Los datos de hospitalizaciones convencionales también advierten una clara mejoría desde aquella situación cercana al colapso sanitario. Hace un mes, 547 enfermos de covid-19 ocupaban una cama en un hospital mientras que ahora son cuatro veces menos (119). En cambio, la presencia de pacientes de otras patologías ha pasado de 1.406 el pasado 22 de abril a más de 2.000 en la actualidad. En este apartado, el pico máximo se alcanzó el 2 de abril, cuando los ingresados por coronavirus en los hospitales aragoneses (949) llegaron a ser casi tantos como los afectados por otras enfermedades (1.122).