Este año no se celebrará Ofrenda de Frutos a la Virgen para las fiestas del Pilar. La decisión ya esta tomada y en su lugar se organizará una gran colecta solidaria de alimentos. Lo que todavía está por definir es qué sucederá con la Ofrenda de Flores ya que el Ayuntamiento de Zaragoza se resiste a suspenderla y está trabajando en un modelo de ofrenda reducida, con una mínima representación y, seguramente, sin recorrido para evitar aglomeraciones.

El representante de las Casas Regionales, José María Arillo, ya comunicó en el último grupo de trabajo de las fiestas del Pilar que estaban pensando en una alternativa. Dada la situación actual y el incremento en el número de contagios de coronavirus, han decidido suspender la ofrenda de frutos, que se celebra al día siguiente de la de flores, «por responsabilidad». Sí que tratarán de poder tener representación el 12 de octubre, con un grupo de cuatro personas y de forma simbólica.

Como alternativa, desde las Casas Regionales planean organizar una recogida solidaria de alimentos. «Queremos batir todos los récords, más ahora que hay tantas familias que lo están pasando tan mal por la crisis sanitaria», explica Arillo. Por ahora solo tienen la idea y en septiembre pondrán en marcha la maquinaria para alcanzar un acuerdo con el consistorio y decidir en qué entidades reparten los kilos de comida que puedan reunir, así cómo los puntos en los que se podrán depositar.

También está en el aire el Rosario de Cristal, aunque todo apunta a que el Cabildo lo suspenderá.

SIN GRANDES CONCIERTOS / Este año las fiestas del Pilar van a ser atípicas. Algo que ya es habitual en esta nueva normalidad en la que se han suspendido todas las actividades en las que se concentra a un buen número de personas. Por eso, la plaza del Pilar no acogerá este año ningún espectáculo y se han suspendido todos los grandes eventos, entre los que se incluye el recinto de fiestas de Valdespartera, las actuaciones por las plazas o las carreras de los cabezudos o las barras de alimentación.

Sí que habrá actos más íntimos en todas las salas municipales y privadas con un aforo limitado y controlado, y quedan descartados todos los que suelen realizarse al aire libre por las dificultades que genera vigilar la asistencia de público. También está por ver qué sucederá finalmente con las actividades destinadas a los más pequeños.