Los padres del colegio público La Fuenfresca, en Teruel, han financiado de sus bolsillos los 36 filtros HEPA que se han instalados en las aulas del centro y en los espacios comunes, como el comedor. Mientras que los aparatos de las clases de Infantil son fijos, los de Primaria están funcionando en una ubicación provisional por cuestiones técnicas.

La propuesta ha contado con el apoyo de prácticamente el 90% de las familias que de manera voluntaria han sufragado la compra de los filtros. El coste total se ha completado con aportaciones de la Asociación de Madres y Padres del Centro (AMPA), del profesorado y de patrocinadores privados que han respondido al llamamiento hecho por los padres de los estudiantes. Se trata de Renault Autersa, Centro de fisioterapia Pilar Canfranc, Atienza, Papeleria Tilos, Club Baloncesto Fuenfresca-Chomón, Giménez y Muñoz, Clínica Reeduca y Tamer.

PROPUESTA / La iniciativa de comprar estos dispositivos partió desde la AMPA del colegio, que la presentó como una medida complementaria a las que ya se están tomando por indicación de las autoridades sanitarias y educativas para hacer frente al covid-19.

A la ventilación de las aulas se suma el uso de la mascarilla para los niños mayores de seis años, así como la higiene de manos y superficies, y el mantenimiento de distancias entre el alumnado.

La elección del filtro se ha realizado teniendo en cuenta que el equipo cumpliera con la normativa europea, que fuera homologado y que no tuviera tecnología accesoria de dudosa eficacia.

«Éramos conscientes de que se trataba de una propuesta ambiciosa, pero tratándose de un tema de salud y empujados por la urgencia de los acontecimientos intentamos buscar una solución a nuestro alcance y asequible», señalaron desde la junta del AMPA.

Para ponerlo en marcha recopilaron toda la información al respecto y analizaron las distintas opciones técnicas, apostando por los mejores filtros. Una vez hecha la selección, según explican, se informó a los padres para saber si la iniciativa contaba el apoyo suficiente, un 90%.

«Nos sentimos orgullosos de pertenecer a una comunidad educativa en la que, ante una situación sanitaria excepcional, ha demostrado un ejercicio de solidaridad sin precedentes, reaccionando con rapidez a pesar del esfuerzo económico que ello suponía, dado el carácter estrictamente voluntario del pago», señalaron desde el colectivo.

Esta celeridad que requiere la lucha contra el coronavirus es la que ha llevado a los padres a asumir la compra de estos aparatos, «tras confirmarse las evidencias científicas de la transmisión del virus por los aerosoles», añaden.

Desde el AMPA explican que si la dirección del centro decide, finalmente, instalar estos aparatos se solicitará la reposición de los fondos adelantados.

«Hemos sido pioneros en la implantación de estas medidas que sin duda servirán para que todos nuestros hijos tengan un mayor confort térmico en las aulas los meses venideros y, sobre todo, para evitar en la medida de lo posible la propagación coronavirus», concluyó el colectivo de padres y madres que, ahora, manifiestan tener más tranquilidad a la hora de garantizar que las aulas en las que estudian sus hijos están controladas.