Por segundo año consecutivo, todas los actos de Semana Santa del Vaticano serán celebrados de puertas adentro y sin la presencia de las multitudes de fieles. Este año, además, el Papa Francisco, de 84 años, no participará en el tradicional acto del lavado de pies del Jueves Santo debido a una "dolorosa ciática" que dificulta su andar. En 2019, el pontífice argentino acudió a una cárcel y un centro de refugiados para lavar los pies de detenidos e inmigrantes, también de religión musulmana, como un mensaje de humildad y tolerancia.

Este año, según ha anunciado el Vaticano en un comunicado, el Papa tampoco asistirá a los tradicionales actos del Jueves Santo en la basílica romana de San Juan que recuerda la Última Cena de Jesús con sus apóstoles. La ceremonia quedará a cargo del decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal italiano Giovanni Battista Re. El rito del lavado de pies, recalca el Vaticano, también será "omitido" debido a las restricciones sanitarias impuestas en muchos países.

La Semana Santa se adapta a la pandemia

Durante la llamada "misa crismal" de la mañana del Jueves Santo, en la que se bendicen los aceites que se van a utilizar durante los sacramentos, el papa habló de las "cruces" que pesan sobre la humanidad y reconoció que "vivimos una época marcada por los escándalos" y que hay que rechazarlos como "un veneno".

Debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia en Italia, las ceremonias litúrgicas se desarrollarán "con una presencia limitada de fieles" en el respeto de las medidas sanitarias previstas, precisó el Vaticano.

El pontífice presidirá el Viernes Santo como el año pasado el Via Crucis desde la plaza de San Pedro y no el alrededor del Coliseo de noche, como era la tradición.

La imagen extraordinaria y solitaria de Francisco en medio de la plaza de San Pedro vacía fue el emblema el año pasado de la tragedia mundial desatada por la pandemia de coronavirus, en la que el líder de los 1.300 millones de católicos habló de "la hora más oscura" ante el drama de la muerte por contagios de covid-19.

Este año, según informó el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, las meditaciones del Viernes Santo han sido escritas por un grupo de niños "scout" de Umbria (centro de Italia) y de la parroquia romana de los Santos Mártires de Uganda.

Las distintas estaciones serán ilustradas por los dibujos realizados por niños que residen en casas de alojamiento de Roma y que han sufrido discriminación y humillaciones.

El domingo de Pascua, el 4 de abril, el papa dará la tradicional bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) desde la basílica de San Pedro, durante la cual lanza un mensaje a los católicos y recorre los conflictos que azotan al mundo.