Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea se reúnen de nuevo el próximo 23 de abril para bendecir el plan económico aprobado por el Eurogrupo la semana pasada, que incluye un arsenal de préstamos de 500.000 millones de euros, y empezar a hablar de la reconstrucción de la economía europea. Una etapa crucial que el Parlamento Europeo afronta con una batería de peticiones muy concretas empezando por un "paquete masivo de reconstrucción y recuperación" y un nuevo marco presupuestario para el período 2021-2027 ambicioso, que incluya nuevo recursos para aumentar el margen fiscal.

Estas reclamaciones figuran en un borrador de resolución conjunta que será debatida y votada este jueves y que ha sido pactada por cuatro de los grandes grupos de la cámara: el Partido Popular Europeo, Socialistas y Demócratas (S&D), los liberales de Renew y los Verdes. El texto acoge positivamente las medidas adoptadas hasta ahora por la Comisión Europea y los estados miembros pero pide a Bruselas que proponga un "paquete masivo de reconstrucción y recuperación" para apoyar la economía europea y las inversiones tras la crisis y más allá de lo que están haciendo ya el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Central Europeo con su programa de compras de 750.000 millones de euros.

La moción, que acepta que el paquete esté únicamente en vigor mientras duren las "disrupciones" provocadas por la crisis, defiende la financiación del paquete a través de un presupuesto europeo ampliado, los instrumentos y fondos financieros ya existentes así como "bonos de recuperación garantizados por el presupuesto europeo". Un elemento que ha generado airados enfrentamientos entre los países del norte y del sur de Europa. Países como Holanda, Austria, Finlandia o Alemania han dejado clara su negativa a aceptar ningún tipo de mutualización de la deuda.

Para esquivar las resistencias de los eurodiputados de estos países, la moción señala que este nuevo paquete "no debería implicar la mutualización de la deuda existente" y que se orientará a inversiones futuras. "La negociación ha sido muy buena. Hemos llegado a un texto que a todo el mundo le parece aceptable pero hay una palabra, bonos de recuperación, que es problemática", admite el jefe de filas de Ciudadanos, Luis Garicano, que confía no obstante en que los miedos de los eurodiputados del norte hayan desaparecido tras el compromiso de que no se trata ni de eurobonos ni de un esquema permanente.

Presupuesto más ambicioso

El texto también respalda mantener el pacto verde y la digitalización como los dos grandes ejes del futuro marco presupuestario de la UE e insta a la Comisión a presentar unas cuentas europeas ambiciosas, con un presupuesto ampliado, más flexible y simple en el uso de los fondos y que incluya nuevos recursos propios impuesto al plástico, a las transacciones financieras o al comercio de emisiones- que podrían utilizarse como garantías para el plan de reconstrucción.

En caso de que los estados miembros no logren cerrar un acuerdo rápido --ya fracasaron en su intento de finales de febrero--, la Comisión Europea deberá presentar "un plan de contingencia" para extender la duración de los programa financieros más allá del 31 de diciembre de 2020 en que expira el actual marco presupuestario de la UE.

Los eurodiputados también reclaman a los estados miembros que den un paso más y activen los 410.000 millones de euros de los que dispone el MEDE y no solo los 240.000 millones acordados la semana pasada y recuerdan que la crisis no es responsabilidad de ningún estados miembro.

En este sentido, también urgen a los 27 a aprobar con urgencia la inyección de capital del BEI; a las entidades bancarias que reduzcan o paralicen el pago de hipotecas y suspendan la concesión de dividendos; a las autoridades de supervisión europeas a examinar todas las opciones para aliviar la carga de las pymes y a la Comisión y a los estados miembros a tomar todas las medidas posibles para proteger el empleo y a los grupos vulnerables, así como a los sectores agroalimentarios y los más golpeados por la crisis como el turismo y el transporte.

Críticas a Hungría y Polonia

La batería de propuestas de los eurodiputados también reclama una respuesta coordinada y solidaria frente a la crisis y recuerda que, pese a las medidas de emergencia adoptadas por los gobiernos europeos, es necesario respetar el estado de derecho. El borrador alerta concretamente de que hay dos países que han adoptado decisiones que parecen "totalmente incompatibles" con los valores europeos como Hungría y Polonia y pide a Bruselas que evalúe con urgencia la situación.

En el caso del primero, prolongando indefinidamente el estado de emergencia y autorizando al gobierno a gobernar por decreto sin límite temporal y el segundo por reformar la ley electoral en medio de la pandemia en contra del Tribunal Constitucional.

El borrador también repasa la situación de los solicitantes de asilo en las Islas griegas y pide el respeto de la Convención de derechos humanos; aborda las aplicaciones móviles para trazar los movimientos de los ciudadanos, las campañas de desinformación y propaganda y sugiere que la Unión Europea se dote de mayores poderes para actuar en casos de amenaza sanitaria transfronteriza, con nuevos instrumentos para garantizar una actuación rápida y coordinada, y abra una reflexión.