Japón rebajó este lunes en tres décimas, hasta el -0,6 %, la caída de su producto interno bruto (PIB) entre enero y marzo, lo que confirma que la economía nipona ha entrado en recesión al acumular dos trimestres consecutivos en negativo, aunque el Gobierno cree que el país tiene una "base sólida" y hay señales de recuperación. Con el fin de atajar un efecto mayor, el Gobierno nipón ha presentado un presupuesto adicional para asistir financieramente a empresas e individuos, con medidas que incluyen la entrega a cada residente en el país de 100.000 yenes (809 euros/913 dólares).

El dato del PIB difundido ha sido revisado al alza, después de que el pasado 18 de mayo se anunciara un retroceso del -0,9 % en el periodo enero-marzo respecto al último trimestre del 2019. Ya entre octubre y diciembre del año pasado la actividad económica japonesa había bajado un 1,9 % respecto a los tres meses anteriores, lo que confirma que el país ha caído en recesión por primera vez desde 2015.

El impacto de la pandemia de coronavirus, que se reflejó en la evolución negativa del PIB entre enero y marzo, se sumó al incremento del IVA en octubre pasado, que generó también una contracción de la economía nipona. "No podemos relajarnos todavía, pero en el caso de Japón iremos recuperando las actividades económicas mientras prevenimos la extensión del coronavirus", afirmó al comentar estos datos el ministro de Revitalización Económica, Yasutoshi Nishimura.

Comparado el PIB del primer trimestre del 2020 con el mismo periodo del 2019, el indicador difundido hoy sitúa la evolución en el 0 %, frente a un retroceso del 0,1 % en la primera estimación del dato dada a conocer por las autoridades niponas el 18 de mayo. "Aunque sigue siendo el 0 %, considero que la economía japonesa tiene la base sólida, ya que se ha podido mantener ese nivel a pesar de la subida del IVA en octubre (del 8 al 10 %), el impacto de los desastres naturales como grandes tifones (a mediados de 2019) y el coronavirus", agregó Nishimura.

Al darse a conocer los primeros datos de la evolución del PIB del primer trimestre, los analistas ya habían señalado que el retroceso registrado sería menor al esperado, aunque anticipaban que el impacto del covid-19 se notará más en el segundo. Según un cálculo difundido a comienzos de este mes por el Centro de Investigaciones Económicas de Japón, se prevé que el PIB retroceda un 7 % este año a pesar de la reanudación gradual de la actividad por el impacto de la pandemia y los efectos de alerta sanitaria adoptada por el Gobierno para evitar una extensión mayor del coronavirus.

El estado de emergencia sanitaria en Japón se prolongó desde el 7 de abril hasta el 25 de mayo, por lo que el impacto mayor en la economía sólo comenzó a remontarse ligeramente este mes. Sin embargo, las previsiones de los analistas descartan que la recuperación en junio sea suficiente para remontar la caída de abril y mayo, por lo que Japón acumulará tres trimestres consecutivos de retroceso en el PIB.

El precedente anterior de esta variación negativa en tres trimestres fue entre el cuarto trimestre de 2010 y el segundo de 2011, primero por una caída en el consumo privado y luego por el impacto del terremoto del 11 de marzo del 2011.

Parte de la revisión al alza anunciada hoy en cuanto a la evolución del PIB está ligada a la inversión privada no residencial, que si en mayo se calculó que había registrado un retroceso trimestral del 0,5 % ahora se ha actualizado hasta un aumento del 1,9 %.

En cambio, la inversión pública entre enero y marzo tuvo una variación negativa del 0,6 %, frente al -0,4 % que había sido anotado en la primera estimación de mayo pasado.

Turismo

La pandemia de coronavirus ha tenido un impacto muy fuerte en la actividad turística de Japón, que ha llegado a niveles no vistos en muchos años a causa del cierre de las fronteras por el coronavirus. En abril pasado, por ejemplo, llegaron a Japón un 99,9 % menos de turistas que en el mismo mes del año pasado, lo que se sumó al 93 % de caída registrado en marzo.

Nishimura admitió que la pandemia ha impactado en datos como el consumo en hogares, que descendió un 11 % en abril respecto al mismo mes de 2019, lo que atribuyó a "un reflejo del esfuerzo para quedarse en casa" para evitar ser contagiados por el coronavirus. "Después de quitar la alerta (sanitaria), se está recuperando gradualmente el nivel de actividades económicas y se nota que está creciendo el flujo de la gente", agregó el ministro.