La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, desaconseja hacer ya las reservas de vacaciones para el verano ante la imposibilidad de hacer pronósticos fiables sobre los efectos de la pandemia del coronavirus.

"Recomiendo esperar antes de hacer planes. Nadie puede hacer ahora pronósticos fiables para julio y agosto", afirma Von der Leyen en declaraciones que recoge la edición dominical del popular diario Bild, el más leído de Alemania.

El Gobierno alemán ha adoptado una resolución según la cual en caso de tener que cancelar una reserva se obtendrá un bono para canjearla por otro viaje futuro, pero no se reembolsará el dinero. Con ello se pretende minimizar los efectos sobre el sector de las cancelaciones masivas.

Bono o reembolso

Von der Leyen muestra cierto escepticismo por esa medida y recuerda que, a escala europea, rige el principio de ofrecer al usuario ambas opciones. Considera que se debe primar o aconsejar el bono canjeable, pero sin impedir la fórmula del reembolso, si así lo decide el cliente.

El sector turístico alemán teme una temporada catastrófica a consecuencia de las restricciones impuestas por la pandemia. A las limitaciones de movimiento internos se suman los cierres de fronteras en varios países de la UE, así como la cuarentena a que deberá someterse todo ciudadano, alemán o no, que regrese a Alemania.

Aviso a Hungría

Von der Leyen también ha advertido a Hungría con abrir un procedimiento, en caso de que las restricciones adoptadas al coronavirus sean "excesivas", y recordó que éstas deben ser temporales. Las medidas que se adopten deben ser "proporcionadas, limitadas en el tiempo y controladas democráticamente", afirma también en la edición dominical del Bild.

"Estoy dispuesta a actuar, en caso de que esas restricciones superen lo permitido", afirmó la presidenta de la CE, para añadir que en ese caso "amenazan medidas por vulneración de los tratados".

Von der Leyen reacciona así a las leyes impulsadas a finales de marzo por el primer ministro húngaro, el ultraconservador Viktor Orbán, que le otorgan poderes extraordinarios y por un tiempo ilimitado para combatir la pandemia.

La CE observa la implementación de las medidas "en todo los Estados" miembros, pero sigue muy especialmente el caso húngaro "por las experiencias críticas" ya vividas en el pasado, apunta von der Leyen.