La presión de la mayoría de las comunidades autonómicas no fue suficiente para convencer ayer al ministro de Sanidad, Salvador Illa, de anticipar el horario del toque de queda a las 20.00 horas. Este rechazó la propuesta, de momento, aunque indicó que se estudian todas las iniciativas que plantean los gobiernos autonómicos. El presidente aragonés, que había mantenido en las últimas jornadas que no apostaba por el modelo de adelantar el horario, se sumó este miércoles a la propuesta, que calificó de «razonable», si bien, reconoció que de haberse permitido no la habría adoptado en Aragón. Las medidas restrictivas adoptadas hasta ahora, con el toque de queda a las 22.00 horas, entre otras, pueden bastar para «reconducir la pandemia», cree Lambán.

Según informa Manuel Vilaseró, Salvador Illa esgrimió durante el encuentro con los consejeros de Sanidad que con el actual estado de alarma las comunidades aún tienen margen de aumentar las restricciones si lo creen necesario, pero fuentes del Gobierno lo atribuyen a la falta de compromiso del PP en apoyar la medida en su futura tramitación en el Congreso de los Diputados.

Las autonomías que pidieron el cambio explícitamente son de todos los colores políticos: el País Vasco, Asturias, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Baleares, Castilla y León, Andalucía y Galicia. Estas dos últimas solicitaron también la posibilidad de que las comunidades puedan decretar el confinamiento domiciliario. Aragón no se encontraba, por lo tanto, entre las que pidieron de manera oficial ese adelanto, si bien, de haberse adoptado la medida, la habrían apoyado como iniciativa de consenso.

El comienzo del toque de queda a las ocho de la tarde (ahora solo puede aplicarse como pronto a partir de las diez de la noche) requería cambiar la actual norma, una modificación que tendría que aprobar el Consejo de Ministros y después ratificar el Congreso. El Ejecutivo no se opone del todo a esta medida, aunque tampoco la considera imprescindible, pero quiere contar con el compromiso del PP de que la apoyará en la Cámara baja. Algo que no se ha producido. Si las autonomías persisten en su petición y el PP ofrece garantías de su apoyo, no puede descartarse que en las próximas semanas el ministerio de su brazo a torcer.

Al terminar la ronda de intervenciones de los consejeros, Illa respondió que se estudiarán todas las medidas propuestas pero que de momento se iba a seguir como hasta ahora. «Se trata de aplicar bien las medidas que se han implantado, algunas muy duras, y esperar a ver si dan resultado», señaló en su posterior comparecencia ante la prensa en la que se mostró convencido de que con ellas «se doblegará la tercera ola, como se hizo con la segunda y con la primera».

En la misma línea, el presidente aragonés, afirmó que «si en este momento pudiéramos adelantar el toque de queda, no lo haríamos porque entendemos que con la medidas que hemos adoptado vamos a poder reconducir la pandemia». Eso sí, tiró de prudencia tras diez meses de pandemia. «No diré yo que dentro de algún tiempo no fuéramos partidarios de poder tomar alguna medida de esta naturaleza», añadió.

Con el horario actual, de 22.00 a 6.00 horas, y el previo, de 23.00 a 6.00, en Aragón ya se han abierto expedientes de sanción por incumplir el toque de queda a 3.525 personas. Es decir, casi 1.000 al mes. La mayoría de las denuncias se han registrado en la provincia de Zaragoza, 2.501, seguida por las 918 en Huesca y las 106 en Teruel.

El siguiente paso en la vacunación, mayores de 80

En el marco del Consejo Interterritorial, Salvador Illa anunció ayer a los consejeros autonómicos que el próximo grupo prioritario de vacunación serán lo mayores de 80 años, según informa Vilaseró. La administración de las dosis en este colectivo empezará a hacia finales de marzo o principios de abril, una vez haya acabado a los primeros grupos que ahora se están vacunando, es decir, el personal y los internos de las residencias, los trabajadores sanitarios de primera línea y los grandes dependientes no institucionalizados. Los detalles se aprobarán hoy en la ponencia ministerial del plan de vacunación.

El ritmo de vacunación actual es ya «óptimo», según el ministro. Se ha inoculado ya más de un millón de dosis, concretamente 1.025.937, el 76% de las distribuidas a las comunidades, y que en Aragón se eleva sobre el 93%, con 33.599 dosis administradas hasta el día de ayer, con la inoculación de la segunda dosis en las residencias ya iniciada y el proceso en marcha entre el personal sanitario.

«Somos afortunados en Europa de ir recibiendo dosis, aunque no todas las que deseamos, pero no hemos de olvidar que estamos en una pandemia mundial y hay que tener un esfuerzo de solidaridad» añadió el ministro.