A partir del 25 de mayo (la llamada fase dos), los centros educativos abrirán sus puertas para los alumnos de hasta seis años (Infantil) cuyos progenitores no puedan teletrabajar ni tengan ninguna posibilidad de flexibilizar sus horarios. Esta directriz gubernamental causó ayer un desconcierto que rozó el enfado entre los padres y madres, que vieron con estupor cómo la hostelería y el comercio darán en breve sus primeros pasos en la vuelta a la vida mientras que los colegios seguirán, físicamente, con la puerta cerrada. Hay algo que se nos escapa. ¿Por qué han puesto el límite en los 6 años? ¿Qué pasa con un niño de 7, 8 o 9? ¿Pueden quedarse solos en el hogar mientras nosotros trabajamos fuera? Mi hijo tiene 12 y jamás se me ocurriría hacerlo, criticó Leticia Cardenal, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones Padres y Madres de Alumnos (CEAPA).

"Siempre hemos respetado las decisiones sanitarias que se han tomado para combatir la pandemia, pero estaría bien que el Ejecutivo nos explicara el motivo de poner la barrera en los seis años", añadió Cardenal, que recordó a las familias que enviar al colegio a los menores de seis años es voluntario y no olbigatorio. Entendemos el miedo de muchos progenitores a mandar a sus críos a la escuela. El Gobierno debería aclarar que enviarlos -en el caso de que no se pueda teletrabajar- es una medida voluntaria, puntualizó.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró que entendía la preocupación sobre lo que implica el cierre escolar de cara a la conciliación de los progenitores. "Me remito a las órdenes que en su momento dictaremos para cada una de las fases. Todos los mecanismos que faciliten la conciliación serán tenidos en cuenta por el Gobierno, que tiene una especial sensibilidad por esta cuestión". De hecho, en su comparecencia del martes por la tarde, Pedro Sánchez aseguró que su gabinete instará a la Federación de Municipios y Provincias para permitir medidas de conciliación. Es decir, la posibilidad de que los ayuntamientos cedan locales públicos para organizar actividades infantiles con el objetivo de que padres y madres a los que les sea imposible el teletrabajo (policías, obreros, médicos, taxistas, empleados de supermercados) puedan compatiblizar su jornada laboral con el cierre de los centros escolares.

ESO Y BACHILLERATO

Una vez desinfectados los centros educativos -lo harán a partir del 11 de mayo- los alumnos de 4 de la ESO, 2 de Bachillerato, 2 de FP comenzarán a ir a clase de manera voluntaria. No podrán ir todos de golpe sino que se deberán organizar en grupos para tener asistencias alternas. Los centros de educación especial también abrirán sus puertas a partir del 25 de mayo y la asistencia será también voluntad de los progenitores.

Según las directrices del Gobierno, los centros educativos estarán obligados a preparar programas de refuerzo educativo. De hecho, la ministra de Educación, Isabel Celaá, ya anunció hace semanas que durante el mes de julio -siempre que las condiciones sanitarias lo permitan, los colegios podrían abrir sus puertas para organizar actividades lúdicas y de refuerzo para los alumnos.